Por Alberto Pacheco
La promesa de recomponer el rumbo, ha sido un fiasco total si hablamos del compromiso hecho a los ciudadanos de Puebla Capital, y es que, aunque mucha expectación positiva generó el triunfo de Lalo Rivera, la realidad es que no solo no se está avanzando de manera positiva, sino que el ayuntamiento y sus distintas dependencias u órganos desconcentrados, no son más que un monumento a la ignominia, ya que se convirtieron en recintos para alojar a los cuates o a los hijos de los cuates y/o aliados electorales, sin siquiera los mínimos estándares éticos y profesionales, para elegir a personas con una destacada hoja de vida y trayectoria profesional.
Para no ir más lejos, basta con echar un vistazo a lo que sucede con el Instituto Municipal de la Juventud, adónde despacha ni más ni menos que, la hija de Carlos Martínez Amador, ex diputado y ex dirigente del PRD y quien muy seguramente gracias a sus oficios, logró imponer a su hija Karla Martínez al frente del instituto, aún sin contar con experiencia previa en la administración pública, además de no tener absolutamente nada destacado en el ámbito profesional, siendo lo más relevante de su CV, haber sido candidata a Diputada federal por el distrito 1 en las pasadas elecciones y claro está, ser hija de Don Carlos.
Lo anterior no solo evidencia la total falta de compromiso por parte de Eduardo Rivera hacia las y los jóvenes de la capital, al permitir que alguien sin trayectoria y sin conocimientos técnicos en la materia llegue a ocupar tan importante posición, ya que cabe recordar que, es precisamente el sector juvenil, el de mayor desventaja social, no solo por ser quienes perciben los salarios más miserables, sino porque Puebla Capital, es también una de las 5 ciudades adónde más pobreza hay en este sector en todo México; lo anterior habla de la ambición política que desde ya, está mostrando el Alcalde, al otorgar posiciones a quienes considera o está tratando de mantener a costa del erario y el bienestar de los poblanos, como aliados en la búsqueda enfermiza por convertirse en el próximo gobernador.
Cabe destacar, que desde que Karla Martínez asumió la titularidad del instituto, la incompetencia de ella y su equipo han sido la constante, pues desconocen la correcta operación del Instituto, así como también, las infamias y felonías que han sufrido todos los ex funcionarios que fueron despedidos con prácticas como la intimidación, el acoso laboral e incluso, la falsificación de firmas.
Lo que se evidenció hace no mucho con el caso de Monserrat Bonilla, quien gracias a la protección de la justicia en materia laboral, conservó su empleo, no obstante el constante acoso por órdenes de la directora y su brazo gangsteril Clara Leyva Márquez, quien un día sí y al otro también hace de todo, para que Monserrat Bonilla renuncie.
Tal situación incluso llegó al titular de la Secretaria de Administración, adonde debido a las excusas tan reprobables que nada tenían que ver con el desempeño de Monserrat para intentar destituirla, tanto Clara Leyva como Karla Martínez fueron fuertemente regañadas, pues parece más una venganza a título personal, que algo que tenga que ver con el desempeño laboral.
Otro caso que poco se conoce, es el de ex secretaria técnica “Miriam” quien incluso en este momento tiene demandado al instituto, ya que como consta en el expediente al que quien esto escribe tuvo acceso, fue despedida injustificadamente y aunado a ello, también liquidada con una cifra irrisoria e ilegal a todas luces.
Aunado a lo anterior, durante el arbitraje laboral, los abogados del instituto presentaron una renuncia con una firma apócrifa, lo que no solo constituye un delito, sino que muestra las formas que ha impuesto la hoy titular del instituto Karla Martínez y su equipo, quien muy probablemente solo sigue instrucciones.
La demanda en total incluye: despido injustificado, falsificación de documento, pago de todas las prestaciones conforme a la ley y retroactivos.
Cabe destacar que, la ex secretaria técnica “Miriam” no solo no tiene ningún tipo de filiación política o partidista, sino que su trayectoria a su paso por el Instituto de la juventud fue catalogado de excelente, siendo reconocida por su destacada labor como una de las mejores funcionarias del ayuntamiento, pues recibió el galardón como uno de los 100 mejores funcionarios municipales, resultado del proceso de evaluación del desempeño 360 grados 2020.
Lo anterior resulta también peligrosísimo, pues pone de manifiesto que pese al discurso oficial, no existe un plan de carrera en el Ayuntamiento y no importa el desempeño, las cualificaciones, el profesionalismo ni el compromiso mostrado por un funcionario, pues sin más, prescinden de este en favor de los “recomendados”, y en completo detrimento de la ciudadanía que padece día a día la incompetencia de estos funcionarios hechos “a huevo” para cumplir con los favorzotes y compromisos, en este caso, de Eduardo Rivera.
Otro aspecto preocupante, es la violación flagrante a los derechos laborales por parte de un gobierno para con sus propios trabajadores, pues en teoría, este debe ser el primero en poner el ejemplo respecto al respeto y dignidad laboral de cada uno de los colaboradores; incluso en situaciones en los que se rompa el vínculo laboral, este debe ser conforme a la ley. No obstante, ocurre todo lo contrario, pues Miriam no solo fue removida de su cargo con todas las agravantes anteriores, sino que, por 3 años de trabajo, la obligaron a recibir la cantidad de 13 mil pesos como liquidación, no obstante su cargo y tiempo laborando, recibiendo todo tipo de maltrato, como si la liquidación que por derecho le corresponde, fuera producto del dinero saliente de los bolsillos de la Directora y no, de los recursos del erario.
Es una verdadera lástima que la “nueva generación” de funcionarios, no solo no sean mejores que los anteriores que tanto daño le han hecho a Puebla, sino que pese a su juventud, la falta de ética es lo que exudan desde las trincheras que solo han podido ganar a costa del influyentismo y no, de generar valor agregado a una sociedad hambrienta de justicia.
No es posible, que quien juró recomponer el rumbo, no solo haya elegido a funcionarios de este tamaño, habiendo tantos jóvenes brillantes, con trayectorias admirables que han dado todo en su lucha por generar mejores condiciones para las y los jóvenes de Puebla, sino que encima, con recursos públicos, se paga el salario a estos personajes, salarios muy por encima de lo que la inmensa mayoría de jóvenes bien cualificados tienen que aceptar, pues no hay de otra.
Hay que recordarle al Sr. Alcalde, que un gobierno no debe bajo ninguna circunstancia ser una agencia de colocación para pagar favores en pro de ambiciones personales, sino un recinto de conocimiento y capacidad aplicada para el beneficio de las y los ciudadanos.
Recuerde Sr. Presidente Municipal, que su mensaje es su vida, y no puede ir uno por un lado, prometiendo progreso y por el otro lado, su vida reflejada en actos de incongruencia total.
Por lo pronto, esperemos que mínimamente y al menos por guardar las formas, no solo no destituyan de forma arbitraria e ilegal a Monserrat, sino que se aplique la justicia en favor de la ex secretaria técnica Miriam, que no exige otra cosa, más que lo que por ley le corresponde, ni más ni menos.
Además de que ojalá, Lalo Rivera rectifique y demuestre que, le importan las y los jóvenes y ponga al frente del Instituto a alguno de los muchos jóvenes brillantes y destacados que tenemos en Puebla.
Aunque a mí, me parece que no pasará nada de nada… @DiarioReporter
Es un gobierno de Ali Baba y sus 40 ladrones, ineptos.