Por Redacción
En un juego digno de la Serie Mundial, los Dodgers de Los Ángeles se llevaron el primero del Clásico de Otoño en extra innings luego de dejar tendidos en el terreno a los Yankees de Nueva York gracias a un grand slam de Freddie Freeman en la décima entrada.
Las primeras cinco entradas fueron un duelazo de picheo a la antigua usanza entre los lanzadores abridores Jake Flaherty y Gerrit Cole, quienes maniataron a las dos ofensivas más potentes de todo MLB hasta ese momento.
En la octava entrada, el Dodger Stadium revivió con el empate de los de casa, luego de que Shohei Ohtani pegara un batazo que por poco se va de cuadrangular, pero que dio en la barda para un doblete y que tras un error de Gleyber Torres al regresarla al cuadro avanzó hasta tercera, con un fly de sacrificio de Mookie Betts para mandar al japonés a la registradora.
Para más drama, en la novena entrada Gleyber Torres pegó un batazo que parecía se iba de cuadrangular, pero un aficionado atrapó en la barda. Los umpires sobre el terreno de juego revisaron la jugada y determinaron interferencia del fan, quedándose en un doblete del venezolano, que al final no pudieron remolcarlo y el juego se fue a extra innings.
En un final lleno de dramatismo, los Yankees tomaron la ventaja de nuevo gracias principalmente a un gran corrido de bases del bahameño Jazz Chisholm, quién tras pegar sencillo se robó la segunda y la tercera, con Anthony Volpe impulsándolo con un rodado al short que Tommy Edman no pudo completar para doble matanza.
Lo que siguió fue el pandemonio en la baja de la décima: Aaron Boone trajo a Jake Cousins para cerrar el juego, logrando sacar el primer out con un elevado al jardín derecho. Cousins negoció boleto con Gavin Lux y Tommy Edman pegó un infield hit hacia la segunda base.
Con el juego en la línea, Boone tomó la decisión de traer a Nestor Cortés Jr., quién no había lanzado en más de un mes, para sacar los dos últimos outs con el temible tridente de Dodgers esperando turno.
Con un elevado que se iba de foul, Alex Verdugo realizó una atrapada que recordó a Derek Jeter tirándose a la grada para sacar el segundo out, donde parecía que Cortés salía del embrollo; Boone decidió llenar las bases al darle pasaporte intencional a Mookie Betts y siguió Freddie Freeman al bate, quién ha tenido una postemporada para el olvido.
Lo que siguió fue final Hollywoodense, con Freeman pegando un tremendo batazo al primer picheo para conectar un Grand Slam y dejar tendidos sobre el terreno a los Yankees y llevarse el primero de la Serie Mundial.
Con un enorme sentimiento y simbolismo por la muerte de Fernando Valenzuela, los Dodgers sacaron la casta luego de que previo al encuentro se le rindió un homenaje al mexicano, con su familia asistiendo a la ceremonia de inauguración de la Serie Mundial.
Todo el Dodger Stadium estaba tapizado con el 34 del Toro de Etchohuaquila y sin duda, esta victoria estuvo dedicada a la memoria del lanzador mexicano. (Inf: Marca)