Por Raúl Hermosillo Carmona
El sábado 2 de julio se creó el Frente Cívico Nacional (FCN). Dada su trascendencia para el futuro inmediato del país, creo que es importante saber qué es, quiénes lo integran y cuáles son sus principales objetivos. Asimismo, creo que vale la pena responder a algunas críticas a esta nueva organización opositora.
El Frente Cívico Nacional es una iniciativa ciudadana impulsada por un grupo plural de líderes sociales y políticos, activistas, académicos, comunicadores, artistas e intelectuales, que busca sumar y dar cauce al conjunto de expresiones que rechazan el proyecto de país impulsado por el obradorismo.
Su principal misión es generar un espacio de organización y movilización política que, teniendo como columna vertebral la participación ciudadana, pueda construir un amplio bloque opositor al que se sumen las distintas organizaciones políticas, sociales y empresariales que actualmente no encuentran espacios adecuados para la acción y la expresión de su rechazo al régimen.
El principal objetivo del FCN es lograr la máxima unidad posible de ciudadanos, partidos y organizaciones, en torno a una candidatura de unidad, elegida de manera democrática mediante elecciones primarias organizadas por el INE, y que cuente con plena legitimidad para contender por la presidencia de la república en el 2024.
Esta última propuesta marca un punto de quiebre respecto a las otras plataformas opositoras que actualmente operan en el país, como el Frente Nacional Ciudadano (mejor conocida como FRENA); la organización Sí por México o la alianza partidista Va por México, integrada por PRI, PAN y PRD.
La propuesta de que sea la misma ciudadanía la que evalúe los aspectos negativos y positivos de un centenar de aspirantes, hasta llegar a una elección primaria de la que surja el mejor perfil opositor, es una de las ideas más atractivas e interesantes del nuevo FCN.
Por primera vez en la historia política nacional, sería la misma ciudadanía la que vaya filtrando a los “políticos de siempre”, abriendo así oportunidades a las nuevas generaciones de liderazgos sociales para que puedan participar activamente en el proyecto de rescate nacional.
Otro aspecto novedoso que vale la pena destacar es el hecho de que el FCN pretende llevar a la práctica la conformación de un gobierno de coalición contemplada en nuestra Constitución desde el 2014. El objetivo sería formar una coalición legislativa en torno a un programa de gobierno que recupere equilibrios perdidos por hiperpresidencialismo actual y que establezca las bases de una nueva práctica parlamentaria que eleve el nivel del debate legislativo y que ponga el acento en la construcción de acuerdos y consensos.
Ahora bien. Entre las principales críticas al nuevo FCN destacan tres: la primera, es que la mayoría de los promotores son los mismos de siempre: viejos exdirigentes desplazados de las actuales cúpulas de los partidos opositores. La segunda, es que no hay garantía de que las dirigencias de los partidos de oposición se subordinen al método de selección de candidatura de unidad propuesto por el FCN. Y la tercera, es que esta iniciativa surge a raíz de la reciente crisis electoral de la Alianza Va por México.
Para entender y dimensionar los posibles alcances del nuevo FCN es necesario tener en cuenta que los partidos políticos en México (y en el mundo entero), atraviesan por una profunda crisis de credibilidad. Por eso, para mucha gente que no comulga con el obradorismo tampoco es opción sumarse a la alianza PRI-PAN-PRD. El problema con la Alianza Va por México no solo es que se trata de una coalición de partidos profundamente desprestigiados o en plena decadencia, sino que solo se sostiene por el acuerdo que existe entre sus cúpulas dirigentes, lo cual representan un enorme hándicap en la perspectiva de articular un gran movimiento opositor hacia 2024.
Algo similar ocurre con organizaciones como FRENA y Sí por México, consideradas por mucha gente como opciones tan radicales y extremistas como Morena, solo que del lado opuesto del espectro político.
Por eso, el objetivo del FCN es aparecer como una opción ciudadana que, más que dividir entre izquierdas y derechas, se convierta en un factor de unidad y suma de voluntades alrededor de la defensa de la democracia. Es decir, una plataforma política que logre canalizar y movilizar el descontento de quienes estamos convencidos de que Morena y la 4T están llevando al país hacia una regresión autoritaria.
Respecto a que sus promotores son los mismos de siempre y que no van a poder meter en cintura a las dirigencias de los partidos opositores, baste decir que el método ciudadano que proponen para la selección del candidato de unidad es una “vacuna” contra el protagonismo y el agandalle, que puede garantizar buenos resultados.
Finalmente, respecto a la crítica de que es una iniciativa motivada por el “fracaso” de Va por México, creo que es todo lo contrario: la alianza partidista logró arrebatarle la mayoría calificada a Morena el año pasado, lo que demuestra que las alianzas funcionan. La idea del FCN es trascender la visión partidista de una alianza opositora, y abrir así mayores opciones de adhesión.
En fin, yo celebro la conformación del Frente Cívico Nacional y espero que crezca como opción de movilización ciudadana rumbo al 2024. Creo que es la mejor alternativa para detener el desmantelamiento de la democracia y rescatar a México de la regresión autoritaria en curso. @DiarioReporter