Por Carlos Clemente
Agentes Antisecuestros de la Fiscalía de Puebla, violaron los derechos humanos de Inés, una mujer de Tehuacán detenida de manera injustificada y además torturada física y psicológicamente, todo por encontrarse en la vía pública un celular iPhone el cual intentó devolver al dueño, sin saber que había sido secuestrado previamente.
Los agentes de la Fiscalía General del Estado (FGE) se exhiben una vez más incapaces, faltos de adiestramiento y carentes de técnicas y tácticas efectivas en el desempeño de su delicada actividad. Sólo les faltó el tehuacanazo.
El error de Verónica Inés Barbosa Pérez, fue pretender devolver el celular al propietario, sin saber que su honestidad la llevaría a vivir la peor experiencia de su vida. Llegó a pensar que no saldría de prisión, pese a ser inocente.
Los agentes la detuvieron con lujo de violencia, causando destrozos en su centro de trabajo, la esposaron por la espalda, le colocaron una bolsa de plástico en la cabeza y la llevaron a un lugar solitario.
Lejos de miradas indiscretas, dos de ellos la golpearon en el rostro y el estómago para forzarla a confesarse responsable de la privación ilegal de “Fredy”, el dueño del iPhone.
Cinco horas después de su detención, fue trasladada a la ciudad de Puebla donde la mantuvieron incomunicada y en todo momento amedrentada.
No fue presentada ante un juez en tiempo y forma, tampoco tuvo acceso a un abogado de oficio ni le permitieron hacer una llamada. Estuvo retenida 48 horas.
A tres días de lo acontecido, ya en libertad gracias a un amparo y a que su caso causó revuelo en redes y medios de comunicación, cuenta que reiteradamente explicó a los agentes cómo encontró el dispositivo y quiso devolverlo.
Lo publicó en sus redes sociales, nunca lo apagó, siempre respondió las llamadas e incluso realizó una a la mamá del propietario, sin saber lo que a éste le ocurría.
Curiosamente, el médico legista que la revisó nunca consignó las huelas de la violencia física. Sin embargo, una visitadora de Derechos Humanos sí.
Y si usted cree que la Fiscalía ya le ofreció una disculpa, pues déjeme le digo que no. Definitivamente no.
Aún peor, la FGE no ejerció acción penal, pero Irene sigue sujeta a la investigación, no le devolvieron su celular porque lo siguen investigando.
Si logró su libertad fue gracias a que obtuvo un amparo.
Hoy, teme que la Fiscalía manipule las pruebas y proceda en su contra.
Al final, también perdió su empleo luego de lo ocurrido.
Este es el sistema de justicia que los ciudadanos exigen a gritos que cambie. Lo demás es demagogia de cuarta. @DiarioReporter
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