Por: Jesús Ramos
Desastrosa sería el calificativo que aplicaría a la logística empleada por el gobierno de Puebla para entregar ayudas a los miles de damnificados del huracán Grace.
A unos días de que López Obrador visite Puebla hay familias que todavía carecen de techo y comida en municipios y comunidades donde las brigadas gubernamentales jamás llegaron por su lejanía o complicado de los accesos.
Mejor estudiantes de la UPAEP lograron llegar a Cuamaxalco, Arroyo Hondo y Tilapa, pequeñas poblaciones ubicadas en lo más intrincado de la sierra norte a donde llevaron víveres que recolectaron en Puebla capital.
En una nota informativa firmada por e-consulta, el fin de semana, refería que damnificados de once municipios seguían a la espera de los apoyos prometidos.
Reporteros de Huauchinango y Xicotepec refieren que camionetas de dependencias estatales, en efecto, distribuyeron láminas, despensas y cobijas a quienes se encontraban en los caminos y les decían la frase: “de parte del gobernador”.
Les tomaban fotos para justificar las entregas, aunque su apremio era vaciar las camionetas lo más pronto posible para regresar a Puebla. De ahí que en muchas gráficas de la prensa local se vea en caminos de terracería a gente cargando láminas, cobijas y despensas.
Con López Obrador pisándoles los talones por su visita del domingo y lunes próximos, las ayudas que no se dieron en más de un mes es urgencia entregarlas a la brevedad posible.
Caminos, carreteras y puentes colapsados son pendientes que podrían ser rehabilitados o construidos de nuevo en meses próximos. O años. O no se sabe cuándo
No. Apuesto a que no hubo mala fe del Ejecutivo ni de los secretarios a los que les asignó la tarea, lo que falló fue la logística y la supervisión de servidores públicos comprometidos con la gente en desgracia.
Las autoridades locales hablan de 200 millones de pesos gastados en apoyos a los que el huracán Grace les ocasionó pérdidas totales o parciales a sus casas o cosechas. Podría ser cierto. No lo sé. Pero si esos recursos hubieran sido canalizados con una logística correcta y planeación debida habrían rendido más y mejor.
López Obrador visitará la sierra norte, dicen que Huauchinango primero y Puebla después, es probable que escuche quejas y reclamos de gente a la que le negaron ayudas por darles a políticos y familiares influyentes.
Es eso de lo que se quejan. De apoyos selectivos y dirigidos a quienes tienen mucho en perjuicio de los que perdieron todo. Una cosa es cierta, en emergencias naturales como esta, no hay dinero que alcance ni satisfacciones absolutas.
Se verá pues quiénes y cuántas cosas ciertas se dicen en nombre de los damnificados en esta visita presidencial. Pero lo más importante, cuántos errores se aceptan de parte de las autoridades estatales y federales.