Por: Jesús Ramos
Ese Eukid Castañón cobró fama de mañoso y cabrón con Moreno Valle y por ello lo echaron a dormir en la cárcel para que pagara en abonos chiquitos la camionada de maldad que le endilgan los que hoy gobiernan el estado.
Vaya saco de mañas nuestro Eukid. Sí que lo es. Cuando le concibieron, Dios debió complementarle con polvos de viejos lodos de Jack Sparrow y del gran Houdini.
Y si esta vez lo cacharon en la maroma, como a Lozoya comiendo pato en el lujoso restaurante Hunan de Lomas de Chapultepec, la pregunta que cabe es, ¿cuántas veces ha salido del penal de San Miguel este bribón para llenarse el diente con manjares, festividades y gustos excéntricos sin que el gobernador se entere?
Confieso que al principio tomé el incidente con cierta desconfianza y vasta dosis de incredulidad, incluso creído que se trataba de una de esas bromas que se juegan en días de los Santos Inocentes.
Imposible, fue mi conclusión. No pudo ser. Es una locura. No vale la pena ni tratar el asunto en mis líneas.
Sin embargo, por los datos duros que ahora aporta e-consulta de Rodolfo Ruiz y los detalles que añade el periodista Adrián Ruiz de El Popular queda claro que Eukid lustró, y bonito, su enorme fama de sinvergüenza en estas fiestas decembrinas.
En una película de Adam Sandler convencen a Al Pacino de promocionar, bailando, una franquicia de café. Tarde se da cuenta la vaca sagrada de Hollywood que lo engañaron, que todo fue un error y manda a quemar todas las cintas del promocional.
Eukid burló al gobernador y al sistema de justicia del estado, evadió la seguridad estatal, los hizo quedar en ridículo. Eso pasó. Todo fue un error. Y aquí como con Al Pacino es prioridad quemar la evidencia.
Contrario a toda conjetura malsana, el mandatario estatal no es responsable de lo ocurrido. Él, como el secretario de Seguridad Pública Rogelio López Maya y la titular de Gobernación Ana Lucía Hill, fueron engañados, les tomaron el pelo, les vieron la cara pues.
Y si este universo está regido por un Dios, como dijo Máximo Décimo Meridio, comandante de los ejércitos del norte, general de la legión Fénix, leal servidor del verdadero emperador Marco Aurelio, padre de un hijo asesinado, marido de una mujer asesinada, todos ellos alcanzarán su venganza (contra el bribón de Eukid) en esta vida o en la otra.
Qué tipo tan más desagradable ese Eukid. @DiarioReporter