Por Jesús Ramos
Quién resulte candidato a gobernador de Morena tendrá que enfrentar las elecciones del 24 con estructura propia, Olga Lucía Romero y Agustín Guerrero poco tienen que aportar.
Sin embargo, no tendría de qué preocuparse la militancia morenista porque Alejandro Armenta e Ignacio Mier han demostrado tenerla. Y Julio Huerta, también, aunque lo suyo dependa enteramente del estado de ánimo de los alcaldes y del gobierno.
No es culpa de Olga y Agustín tener lo que no tienen, el diseño de Morena Puebla fue ideado para conectarse a los delegados gubernamentales y presidentes municipales del estado.
Ellos nada tienen. Practican la política surrealista. Carecen de comités y células propagandísticas propias. Son los siervos de la nación quienes hacen la tarea que debió concebirse por el difunto cuando entronizó a la lideresa estatal y renovó el partido. El diseño de Morena Puebla es parasitario.
Probada está la movilización de gentes que Nacho y Alejandro logran realizar en Puebla capital y todo municipio cuando se lo proponen, acarrean lindo y copioso, suficiente y numeroso.
Del partido apenas lo que necesitan es la marca, su nominación pues, lo demás lo dinamizarían sin lío ni despeine, cuentan con operadores eficientes, mañosos y experimentados.
Que admitan esto Agustín y Olga está canijo. Ni siquiera los consejeros estatales son de Morena, la mayoría son afines a alcaldes del PRI, PAN y PRD, además de caciques.
Alejandro y Nacho lo saben, por eso proyectan enfrentar las elecciones del año entrante con ejércitos y recursos propios en caso de resultar bendecidos con la candidatura a gobernador.
Nada tendrían que esperar del comité estatal de Morena por ser tan sólo un membrete con rostros públicos limitados a fijar posicionamientos, ofrecer declaraciones y aprestarse para la fotografía.
En situación distinta a la de Nacho y Alejandro, Julio tiene en la desobediencia de los presidentes municipales el mayor de los peligros. Pueden soltarlo, abandonarlo a su suerte en el momento cumbre de la elección de coordinador de la 4T poblana.
Las cuentas públicas de los ediles que es de donde les sujetan para movilizar y extraerles gasto para Morena, podría dejar de surtir efecto cuando asimilen que la próxima legislatura y no esta será quien les dictamine y apruebe sus estados financieros.
Es de dominio generalizado el estilo amenazador de Julio y su gente para operar estructuras a través de los munícipes. Alguien distinto a este señor será quién signe su futuro, es asunto de comprensión y entendimiento.
Fácil se asimila que las dos estructuras políticas más sólidas e independientes para encarar una elección son las de Nacho y Armenta, sus destinos electorales en el 24 dependen estrictamente de ellos y de nadie más, distinto al resto. @DiarioReporter