Por Carlos Clemente
Al gobierno de Barbosa se le empieza a acabar el discurso y el tiempo.
Cada mañanera dilapida su capital político con sus bravatas, manotazos, amenazas y justificaciones. Muchas justificaciones.
A casi 48 horas de los hechos violentos en un centro de vacunación, donde resultaron heridos por arma de fuego dos adultos y dos menores de edad –una niña de 9 años grave por una bala incrustada cerca de la columna-, no hay un detenido.
Es inadmisible que la Fiscalía General de Estado no haya informado hasta el momento absolutamente nada sobre los hechos y sus investigaciones.
La gravedad de los acontecimientos así lo exige. El fiscal Gilberto Higuera optó por no dar la cara.
El barbosismo debe comprender que ante la escalada de violencia en el estado ya no es aceptable por insuficiente el discurso oficial.
“Combatimos al crimen, esclarecemos los hechos y fincamos responsabilidades, conforme a la ley”.
La realidad que viven los poblanos rebasa por mucho ese fraseo, que lejos de inspirar confianza, genera molestia y rechazo.
Puebla fue nota nacional por la violencia e impunidad con que operan grupos delictivos en Puebla capital.
Los ciudadanos merecen un gobierno de soluciones no de excusas; que proponga estrategias, no que reparta culpas; que asuma su responsabilidad y hable con la verdad.
Pero, sobre todo, que responda de manera contundente al imperioso reclamo social y frene la creciente violencia e inseguridad.
Acaso el gobernar desde la oficina le impide conocer de los feminicidios de cada semana; de las desapariciones forzadas de personas y la inoperante Comisión Estatal de Búsqueda; del hallazgo de restos humanos; de los asaltos con violencia al transporte público; de los asaltos a cuentahabientes; de los ejecutados en Tehuacán, Tecamachalco y San Martín Texmelucan, por mencionar algunos delitos de impacto más reciente.
La mañana de ayer, el mandatario en la conferencia de prensa lanzó su frase matadora: “En Puebla no permitiremos que la violencia se normalice”.
Se confirma que Barbosa y su primer círculo están desconectados de la realidad que todos los días sufren los poblanos.
El aspiracionista pregunta: ¿Tienes ganas de Puebla? @DiarioReporter