Por Jesús Ramos
Hasta diciembre José Luis García Parra será diputado local, después ya no, cambiará de aires tan elegante caballero de fina estampa, el amplio círculo social legislativo lo sustituirá por otro de menores dimensiones, pero de poderes más vastos.
A partir de entonces ocupará la diestra de Alejandro con el cargo de jefe de oficina del gobernador, segundo al mando, así le tildarán, el segundo hombre más poderoso de Puebla por encima incluso del titular de Gobernación.
Sobre sus hombros el acatzinca edificará su iglesia, ordenará a nombre del gobernador, resolverá también, sin estar exento de complicar las cosas de vez en cuando, pues humanos somos y en el camino la regamos.
Como la batiseñal de Batman, Armenta proyectó en el cielo poblano el liderazgo de Artemisa en el Congreso del Estado para avisar que Laura le representará ahí porque García Parra regresará a su regazo.
Solo los atrevidos seguirán apodándole el Choco, mesurados, como Diógenes, situarán por cortesía el adjetivo “Licenciado” antes de citar su nombre para prevenir caída de rayos o resfriados fulminantes.
La batiseñal ya fue lanzada, Artemisa se queda, García Parra regresará en diciembre al Olimpo, donde pertenece. @DiarioReporter