Por: Jesús Ramos
A Julio Huerta y Eric Cotoñeto les preocupa su futuro político para cuando Barbosa deje de ser Ejecutivo. Por eso, azuzan el interés del secretario de salud Antonio Martínez y del de educación Melitón Lozano insistiéndoles que pueden convencer al mandatario de ser su relevo.
La piedra preciosa que tendrían que entregar sería su lealtad les aconsejan, bien político tan escaso en estos tiempos en que las traiciones son cosa cotidiana, lo que busca afanosamente el gobernador entre aquellas opciones con las que cuenta.
El primo Huerta piensa que su corcholata es viable en razón del número de vidas que el doctor Martínez ha salvado desde que inició la pandemia y la enorme cantidad de trabajadores de la salud que votarían por él en una elección constitucional más los millones de pacientes a los que ha extendido una receta.
Para el director general de gobierno, Toño Martínez es la tropicalización poblana del doctor López Gatell, ese héroe del que no habríamos salido bien librados del covid-19, si no hubiese sido por sus grandes talentos y fabulosas estrategias en materia de salud pública.
Cotoñeto piensa a su manera que Melitón Lozano tiene en los cientos de miles de maestros del sistema educativo poblano el mismo ciento de miles de votos seguros en una jornada comicial.
Y si le añaden los millones de sufragios de los padres de familia, cuyos hijos cursan la enseñanza básica, más la obesa burocracia de la Secretaría de Educación Pública, el triunfo de Melitón sería un día de campo en las urnas.
Tendríamos que respetar tanto la lógica de Julio Huerta como la de Cotoñeto por la manera poética y romántica como ven las cosas, aunque no compartamos la idea de que la realidad sea enteramente así y nos ataque la risa.
Más allá de lo que pensemos, puede apreciarse la tremenda rivalidad que existe entre estos dos hombres tan cercanos al mandatario y la decisión de impulsar proyectos políticos propios hacia el futuro en el ánimo de trascender y derrotar uno al otro.
Gentes del mismo gobierno han revelado reuniones sostenidas cada uno con Toño Martínez y con Melitón Lozano, a espaldas de Barbosa, para afinar estrategias mediáticas, estructurales y de alianzas políticas para que cuando el mandatario se decida por uno de ellos no les agarren las prisas.
Menuda planeación, menuda lógica político-electoral, menudo secreto ocultan al gobernador.
La lámpara de Diógenes
*Claudia Rivera Vivanco y su grupo tienen la certeza de que el regidor morenista Leobardo Rodríguez Juárez logró un acuerdo de confidencialidad y colaboración con el PAN y el gobierno estatal a cambio de que no le ataquen ni en lo mediático ni en lo político. Traición es una palabra muy fuerte, lo cierto es que atacan a todos los claudistas menos a este muchacho.
**Luis Antonio Godina y Jorge Mendoza se han sumado ya al proyecto político de Ignacio Mier Velazco. @DiarioReporter