Por Jesús Ramos
Se entiende que Eduardo Rivera Pérez quiera justificar la repartición del ayuntamiento de Puebla entre aquellos que le ayudaron a derrotar a Claudia Rivera Vivanco, pero el ejercicio dista mucho de ser políticamente parejo y bíblicamente justo.
El que parte y reparte se queda con la mayor parte, ajusta ya al proverbio yunquista. Y eso, es lo que está ocurriendo con don Lalo Rivera por más que adorne con palabras bonitas de experiencia, paridad de género y pluralidad la integración de su gabinete.
De verdad que uno no se explica el por qué Néstor Camarillo no da gritos y sombrerazos por las únicas dos posiciones que le convidaron de la administración municipal.
Lo que pudo haber pasado es que Lalo Rivera le iba a dar un solo espacio al PRI pero como le dio dos entonces el joven Camarillo quedó satisfecho. Dos es mejor que uno, le dio por resultado su complejo ejercicio matemático. Bueno. Si fue así, tiene cierta lógica política.
Otro que tampoco ha dicho nada es Carlos Martínez Amador del PRD. Nada le ha dado el alcalde electo al sol azteca, a pesar de haber sido parte de la Alianza Va por Puebla, aunque eso parece no importarle. Si le da bien y si no también, dirá.
Y en las mismas anda el PSI y Compromiso por Puebla. Ni se inmutan ni se acongojan con todo y que Rivera Pérez ya copó las mejores posiciones con sus yunquistas de la vela perpetua.
A futuro podrá darles algo, eso es cierto, pero serían espacios intrascendentes.
Entrar a detalle en cada figura del gabinete es echar rollo mareador. Los apellidos del Yunque predominan por sobre todos los partidos que se sumaron a su candidatura para ganarle al lopezobradorismo una de las ciudades más importantes del país.
¿Es tibieza o prudencia de los líderes políticos no hacer olas? ¿O pudieron haberles dado en otra parte lo que Eduardo Rivera no les dio? El asunto es que sólo Genoveva Huerta tuvo lo que les faltó (…) a los gerentes estatales del PRI, PRD, PSI y CPP para exigir la cuota de partido que les correspondía.
Ocultar con el antifaz de gente experimentada, discursos de género y cuotas suficientes de partido resulta absurdo. Eduardo Rivera dispuso de las carteras relevantes para El Yunque, como igual lo hizo en su ejercicio municipal del pasado. Y Camarillo y el resto, silbando en la loma. @DiarioReport