Por: Jesús Ramos
Podríamos plantear la pregunta de a qué le tiene miedo la lideresa del PAN Augusta Díaz de Rivera para evadir los grandes temas que le interesan a Puebla, pero no es necesario, está bastante claro a qué le teme.
Eludió defender la educación universitaria situándose del lado de la UDLAP, los jóvenes, académicos y empleados. Ese hubiera sido el momento perfecto para demostrar sus hechuras y agregar puntos a su liderazgo.
La comunidad universitaria se lo hubiera agradecido y los espectadores de toda esa infamia le habrían vitoreado y otorgado palmas y hurras, pero prefirió la invisibilidad.
Le dio la vuelta a Tadeo y a la conclusión de las investigaciones de la Fiscalía General del Estado que no conducen a nada y que siguen sin resolver las dudas de fondo de por qué y para qué fue introducido el bebé al penal de San Miguel.
Está de más explicar la esencia conservadora de Acción Nacional y su fervor religioso, mismos que de nada sirvieron para defender la memoria y exhumación del cadáver de un pequeñín.
Con el asunto de los parquímetros tampoco ha alzado la espada para defender el proyecto de su presidente municipal, Eduardo Rivera Pérez, ni se le ven intenciones de que lo haga.
En lo personal no soy partidario de los parquímetros y reservaré para otra ocasión mis razones, sin embargo, Augusta además de ser la lideresa estatal del PAN pertenece al mismo grupo político del alcalde.
Ayer dio una rueda de prensa conjunta con el diputado federal Humberto Aguilar Coronado para reprobar los ataques a la prensa de parte de López Obrador y los asesinatos contra periodistas, pero ambos le sacatearon pedir respeto para el periodismo poblano.
Candil de la calle, oscuridad de la casa, cómo puede un legislador y la dirigente de un partido abanderar una causa nacional cuando no lo hacen en el mismo estado donde radican. Es absurdo, un montaje, un sin sentido.
La crisis de los desaparecidos también la ha evitado, no son cientos, son miles los poblanos a los que separan de sus familias, pero igual que en los otros temas de alta relevancia Augusta Díaz de Rivera prefiere llevársela calmada porque le teme al residente de Casa Aguayo.
Hemos visto a Ana Teresa Aranda y a Mónica Rodríguez retraer garras y colmillos para defender a los universitarios de la UDLAP, a Nancy de la Sierra dar fuertes manotazos en temas que competen a los poblanos.
En el fondo del ser de Augusta debe residir una leona, feroz y temeraria, amarrada de nada sirve, debe soltarla para que defienda a su gente. @DiarioReporter