Por Carlos Clemente
Un líder magisterial anduvo más que feliz el pasado fin de semana.
Y no porque desde la dirigencia nacional del SNTE le hayan palomeado a quien será su sucesor al frente de la sección sindical en Puebla. No, de ninguna manera.
Tampoco porque los de Morena le hayan agradecido el acarreo indecente que hizo de maestros para el informe presidencial del zócalo, sólo para quedar bien. Tampoco.
O, porque desde la SEP le hayan autorizado las plazas que viene exigiendo para cumplir más compromisos con compadres, amigos y familiares.
Nada de eso.
El pasado sábado por fin pudo cumplir su sueño de contraer segundas nupcias.
Y lo hizo, faltaba más, en un lujoso y exclusivo hotel de Acapulco, rodeado de un selecto grupo de familiares, amigos muy cercanos y algunos invitados especiales.
El evento social del maestro Jaime García Roque no tendría por qué ser motivo de estas líneas, pero ayer mismo la noticia corrió como reguero de pólvora entre sus miles de agremiados, quienes estallaron en las redes sociales cuestionando el origen de los recursos para el pago del suntuoso evento.
El líder sindical ha sido cuestionado fuertemente por beneficiar sólo a ciertos grupos del magisterio con plazas y posiciones de privilegio (su ahora esposa es ejemplo de ello, Janet López Rojas, recién fue designada supervisora de educación superior en la zona 020) y se ha olvidado de los miles de maestros que representa y a quienes les retienen sus cuotas sindicales sin obtener un beneficio real a cambio.
Sin embargo, al maestro García Roque está a escasos meses de dejar la dirigencia de la sección 51 del SNTE, y la verdad a juzgar por las fotos que circularon, no parecía preocupado.
A sus más cercanos les confío que ha convencido a Alfonso Cepeda Salas, secretario general del Comité Ejecutivo Nacional del SNTE, de que su alfil, Alfredo Gómez Palacios, es el indicado para sucederlo.
Sólo está en espera de que el CEN emita la convocatoria para echar a andar la maquinaria a favor de Gómez Palacios (actualmente ocupa la cartera de créditos del ISSSTEP), y quien le cubriría perfectamente las espaldas ante el cúmulo de abusos e irregularidades cometidas en cinco años.
El saldo de la gestión de García Roque no le es favorable, incumplió acuerdos, desconoció a sus protectores y actuó con rudeza de manera innecesaria. No es gratis que tenga en contra a varios ex dirigentes sindicales como Gustavo Espinoza, Cirilo Salas, Jorge Luis Barrera de la Rosa y Guillermo Aréchiga, quienes afilan sus cuchillos para la elección que viene.
¿Lo seguirán apoyando sus nuevos mejores amigos del movimiento que no miente, no roba y no traiciona, ahora que salgan a la luz sus irregularidades? @DiarioReporter
Que se me haga auditoria, al mas déspota y corrupto en el
SENTE