Por Gianfranco Pizar
Las sucesiones y los enroques políticos son como la lotería o los juegos de azar, en donde las previsiones y los planes se ven truncados por el destino. Al final, es este el que se encarga, en su forma impredecible, de jugar malos ratos y complicaciones no esperadas, transformando las expectativas en resultados a veces no contemplados. Así fue en el 2018, cuando un “Augusta” cambio el escenario de una manera jamás pensada, incluso para los autores más creativos de la ciencia ficción. Aquello resultó en una desviación del espacio-tiempo, traducida en la realidad que hoy vivimos. Esto viene a colación, ya que “no hemos llegado a la comida y ya pensamos en la cena”.
Definitivamente estamos en un escenario en el cual el municipio y el estado enfrentan números nada halagadores para lo que se esperaría del cuarto estado en importancia a nivel federal. Por ejemplo, no es grato comentar que el avance de la vacunación a nivel estatal ronda entre los peores a nivel nacional. Tampoco lo es que los delitos del fuero común van al alza, ni mucho menos que la percepción ciudadana con respecto a sus gobernantes esté peor que nunca. Pero claro, a lo mejor ustedes “tienen otros datos”…
-La tía: Hay que preparar la casa que la familia vendrá a comer este domingo, incluyendo a esos parientes ricos que cambian de coche cada año y tienen casa de campo en Atlixco.
-Los sobrinos: Pero ¿Qué hacemos con todos los tiliches?
-La tía: Sácalos al jardín, escóndelos y tápalos con una sábana, ¡Que nadie los vea!
Hay que esconder las vergüenzas, pero a cambio, también habría que sacar los mejores trapos, para que todos los aprecien. “El que no enseña, no vende” Y es que, para comprar, primero hay que ver. ¿Y si no hay nada que ver?
En este punto, entre los miembros de las mesas de café de las que tanto hablo, se ha confabulado el programa perfecto para catapultar a Puebla a esplendores merecidos e históricamente nunca obtenidos. El programa lleva por nombre: “Esquema de desarrollo político del brazo estatal” que por sus siglas sería: ESDEPOBRES, y no es más que un conjunto de líneas que dictan acción en una sola idea que dice a la letra: “¡Hagan algo!”. Y es que en esas mesas se proyectan escenarios fatalistas en los cuáles, según ellos, la inoperancia gubernamental es la causante de todo, ¿Les creemos? ¡Pero si el otro día taparon un bache en la esquina de mi casa!; claro, la iluminación del periférico es otro tema y es que la razón radica, según dicen, en que se roban los cables de luz y como en las noches no hay sol, pues no pueden funcionan los paneles solares que tienen todas las luminarias para poder encender, ¡pura lógica!
-Mesero me trae un expreso cargado por favor.
-¿Con doble carga o sencilla señor?
-El que salga mas barato, que con esta crisis hay que cuidar los centavos.
Al finalizar la tarde de contubernio del club de la cafeína, se pudo visualizar que vienen definitivamente tiempos mejores y que pronto llegaremos a ellos. Hay que pensar que todos los ajustes que estamos viendo, desde el plano gubernamental hasta los que suceden en los colores partidistas que tanto conocemos, tienen como fin el bien común. Jamás ningún político ha y habría pensado de manera diferente, porque, recordemos: “los intereses particulares nunca podrán estar encima de los generales”. Con esto concluimos que solo es un mal momento y que seguramente la parálisis de los últimos tres años es culpa de ¡claro la pandemia! Porque como dicen: “crea fama y échate a dormir”.
– ¿Lo viste?
– ¿Dónde?
– Enfrente de ti, ¡ahí esta!
– No lo veo
– Mejor nos vemos…
Excelentes todas tus columnas