Por: Jesús Ramos
Barbosa encontró en Eduardo Rivera Pérez un gran distractor. Con los escándalos de Tadeo y el desgobierno en los penales, la crisis que le ocasionó su injerencia en la Udlap y las manifestaciones contra el DAP, el alcalde de Puebla entretuvo la atención formidablemente, no al cien pero lo hizo.
Y lo mismo fue con los desaparecidos. Y lo mismo está siendo con la tremenda ola de inseguridad que ahoga al gobierno. Ante la ausencia de una oposición fuerte que arroje espesas cortinas de humo, Lalo cumple con el rol de manera perfecta aunque el costo sea que lo ataquen.
Igual y lo sabe. O no. No lo sé. Pero la burla sorda del Lalo pintor, podador, tapa baches y otros más, no fueron tan espontáneos ni tan naturales como parecieran. Es lo que pienso.
Y qué decir de los ambulantes en su momento, las prostitutas. Y desde semanas antes los parquímetros. Ejecutados y feminicidios a tope y parquímetros compitiendo en la agenda mediática. ¿Casualidad? No lo creo.
Y a la vuelta está el fallo de la Corte Federal sobre la inconstitucionalidad en el cobro del alumbrado público. Y le aventarán el aborto para que opine y externe su ultra conservadurismo.
Lalo tiene esa utilidad. Sirve para quitarle presión a los asuntos delicados del gobierno. Y en una ciudad tan grande y con políticas públicas como las suyas, tan distintas a las de Claudia Rivera y la 4T, siempre dará motivo para enderezarle campañas mediáticas negativas o alebrestarle el comercio informal o del sexo.
¿Lo sabe el PAN? Lo ignoro, pero tendría qué. Su mejor carta para las elecciones del 2024 seguirá estando en la mirilla de los cañones que desde ese sillón de piel del barrio del Alto son orientados a conveniencia.
La opinión pública en Puebla es un elefante pesado y gordo que no camina solo, le jalan la cuerda, le dicen por dónde ir, le ponen cacahuate, le giran instrucción para avanzar a trote, rápido o le marcan el alto e incluso le adaptan garras.
Este mandatario a diferencia de otros, en temas de comunicación, no oye consejos, todo le asientan con ¡el sí señor! por miedo a desatarle la ira. Él ordena lo qué debe hacerse y cómo hacerse en medios. Más mal que bien, hemos visto, pero es su estilo y lo demuestra en sus mañaneras.
¿Qué tendrá que hacer Lalo y su gente? Bueno, son sus asuntos y sus soluciones.
Las detenciones de Romero Serrano, Aréchiga y Fernández Jasso también están diseñadas para distraer, pero de eso ya hablaremos después. @DiarioReporter