Por Raúl Hermosillo C.
En lugar de estar bailando al son que nos toca el presidente deberíamos estar escandalizados por las anomalías detectadas por la Auditoría Superior de la Federación por más de 100 mil millones en el gasto público en 2019. Estamos hablando de 100 mil millones de pesos que el gobierno no ha podido explicar en qué se gastaron. Es algo así como un estadio Azteca lleno y que a cada persona le dieras un millón de pesos. Con eso cada aficionado se podría comprar una casa.
Bueno, pues a dos años de haberse detectado ese faltante, nadie sabe en qué se gastó ese dinero y es fecha que estos recursos, que son de nuestros impuestos, no han podido ser recuperados. Estamos hablando de un desvío descarado precisamente en los programas estrella de este gobierno, como Sembrando Vida, Jóvenes Construyendo el Futuro, Becas Benito Juárez y hasta en el de Pensiones para Adultos Mayores, ¡el primer año de gobierno!
Desvíos que, incluso, ya superaron en porcentaje los del año más opaco de Peña, que fue 2018. O sea que, el gobierno de la “transformación” y la “honestidad”, desde el primer año logró implantar un récord histórico de corrupción en el ejercicio del presupuesto.
Si al último año de gobierno le dicen el “año de Hidalgo”, ¿cómo le tenemos que llamar a esto? ¿El “año de Madero”, róbate todo desde el primero?
Tomemos por ejemplo, el caso del programa Sembrado Vida, que ahora se puso de moda porque el presidente salió con la locura de que este programa “inspiró” la Declaratoria de Bosques y Uso de la Tierra que se dio en el marco de la 26ª Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático.
Según sus reglas de operación, este programa busca generar empleos, la autosuficiencia alimentaria y detener la deforestación sembrando árboles frutales. Y a cada beneficiario se le pagan 5 mil pesos mensuales. Suena muy bien, ¿no? El problema es que mucha gente está recibiendo ese dinero solo a cambio de apoyar a la 4T.
De acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación, durante el primer año de gobierno se detectaron mil 832 millones de pesos sin aclarar. Pero eso no es lo más grave. Con tal de recibir el dinero mucha gente está ¡tumbando árboles de bosques y selvas, para sembrar los arbolitos frutales que les da el gobierno!
Se calcula que, tan solo en 2019, este programa ocasionó la pérdida de 72 mil 830 hectáreas de bosques. Algo así como dos veces la ciudad de Aguascalientes o la mitad del territorio de la CDMX.
Es decir, no solo se están robando la lana sino que ¡le están dando en la madre al país y al planeta¡ Si de verdad quisieran un programa para reforestar o proteger los bosques y selvas, le pagarían a la gente por cada hectárea reforestada o le pagarían a las comunidades por cuidar que nadie corte árboles de los bosques donde ellos viven.
Bueno, pues así como Sembrando Vida, están todos los demás. Todos los padrones están inflados. Hay casos como en Guazapares, Chihuahua, donde la Secretaría de Bienestar censó supuestamente a 62 mil personas, pero solo viven ahí 8 mil! Y así en todo el país. Hay testimonios de que los Siervos de la Nación, que censan a diestra y siniestra, cobran 500 pesos por meter a la gente al padrón de beneficiarios. Como en los tiempos del PRI.
Y como no hay control sobre los padrones, pues nadie sabe dónde quedaron 100 mil millones de pesos en el primer año de gobierno… el año de Madero. De verdad, no sé con qué cara el presidente se atreve a pararse en la ONU a hablar de México como “ejemplo” de lucha contra la corrupción. Dicen que no son iguales… Estoy de acuerdo… ¡son peores! @DiarioReport