Por Carlos Clemente
El alcalde panista con aspiraciones de suceder a Barbosa en la silla principal de Casa Aguayo, anda desesperado, urgido de dinero para parchar el garrafal error financiero que hasta el momento le ha costado al gobierno de la ciudad de Puebla 60 millones de pesos en participaciones.
Eduardo Rivera Pérez no encuentra la forma de subsanar el hoyo financiero que desde la Tesorería le generó su equipo más cercano y de confianza, al registrar 360 mdp por pago anticipado del impuesto predial como pasivos y no como ingresos.
En tono angustiado, porque asegura ya no tiene “ni un peso” en las arcas municipales, imploró al gobernador del estado que meta recursos para financiar proyectos en el municipio, que vayan en conjunto en lo que llamó obras de “extrema urgencia”.
Anunció que acudirá en los próximos días a la Cámara de Diputados para solicitar el regreso del Fortaseg, una partida presupuestal federal que desapareció el gobierno de López Obrador, eran recursos etiquetados para seguridad pública.
Con qué cara tocará la puerta de la Secretaría de Finanzas cuando su interpretación errónea de las disposiciones fiscales generó un quebranto financiero de graves consecuencias.
La incapacidad del edil yunquista y su equipo afectó severamente los montos de participaciones federales para el estado y los 217 municipios, como se explica ampliamente en el reportaje de @DiarioReporter publicado este lunes.
Con qué cara pedirá más recursos a la federación si fue el Comité de Vigilancia del Sistema de Participaciones e Ingresos Federales de la Secretaría de Hacienda, el órgano que hizo la observación al munícipe, quien distraído en sus aspiraciones políticas no detectó el error.
El recorte en las participaciones municipales ha sido un duro golpe para Rivera Pérez, sin dinero para hacer obras que pueda presumir, ha decidido pedir apoyo al gobernador para proyectos municipales además de intentar bajar recursos de la federación.
El colmillo largo y retorcido que tanto presume el alcalde nomás no se ve por ningún lado.
Cuando está por cumplir un tercio de su periodo como presidente municipal, Rivera Pérez acumula más errores que aciertos.
De ahí que su posicionamiento real en los estudios de opinión no es el pronosticado, eso le quita el sueño y empieza a desesperar. @DiarioReporter