Por Carlos Clemente
Edson Armando Cortés Contreras ha convertido al Conalep en un auténtico botín para él y su familia; se sostiene en el cargo con alfileres desde que fue nombrado por Barbosa; pese a múltiples acusaciones de corrupción, abuso de autoridad, escándalos y nepotismo, nadie pone un alto a sus excesos.
Su gestión no resiste la mínima fiscalización, de hecho, tiene encima observaciones de la Auditoría Superior de la Federación y de una auditoría externa.
El Director General del Conalep se ha despachado con la cuchara grande en casi dos años de administración, sin rubor alguno durante este tiempo ha colocado en la nómina a aviadores, familiares y una larga lista de parejas sentimentales.
Conforme se acerca el cierre de la administración estatal luce desesperado, busca afanosamente ser funcionario municipal; pero uno de sus padrinos políticos, Julio Huerta, ya ni las llamadas le toma.
Sin ningún mérito, hay que decirlo, Edson llegó al Conalep gracias a la intervención de Roberto Eli Esponda ante el fallecido gobernador, como un premio por golpetear en su calidad de regidor a la entonces presidenta municipal Claudia Rivera Vivanco.
Desde noviembre de 2022, ha sabido sacar provecho del presupuesto bipartita de 300 millones de pesos anuales.
Adicionalmente, más de 60 millones de pesos por ingresos propios, entre cuotas de 7 mil 500 alumnos y donativos de empresas, principalmente, recursos que nadie audita, a nadie rinde cuentas. ¡Increíble!
En días recientes, ante cuestionamientos de los medios, aseguró que no tenía aviadores ni familiares en la nómina.
Aquí tenemos otros datos. Tirso Castillo Salas, director del plantel Puebla 1, con sueldo de 36 mil pesos mensuales, es su tío. La hija de Tirso, prima de Edson, Lilián Castillo, despacha en el área de Vinculación y Promoción, con un sueldo de 30 mil pesos.
Fuentes al interior del Conalep estiman que hay más de 20 aviadores en la institución en diversas áreas y planteles.
Como ejemplo, dos colaboradores cercanos de una recién electa diputada federal del movimiento que “no miente, no roba y traiciona”. Tenemos sus nombres. Esperemos que ahora ya los acredite en la Cámara de Diputados y dejen de sangrar a la institución.
Aurelia García Rojas, directora efímera del Cobaep en 2022, cobró, pero nunca le asignaron tareas, iba sólo a firmar con percepciones de 30 mil pesos.
Roberto Eli Esponda, Director General de CECyTE Puebla también tiene su cuota, su esposa cobra en la nómina de la institución.
Al interior del Conalep es de todos sabido que la señora Guadalupe Contreras Rosas, líder en Morena y mamá del Director General, tiene una fuerte influencia, ejerce el poder, hace negocios, toma decisiones, sobre todo en Recursos Humanos.
Mucha gente sin experiencia académica ni el perfil, es de ella. Como ejemplo, la señora Guadalupe Alonso, una florista y líder de comerciantes de un mercado de Puebla.
En este espacio expusimos el caso de José Roberto Páez Pérez, un personaje que desapareció un vehículo oficial jetta color blanco placas TZY693A, desde el pasado 8 de agosto, nadie sabe si fue robado o siniestrado luego de una parranda.
José Roberto es una especie de poder tras el trono desde un cargo inexistente, acumula reportes por prepotencia, acoso laboral, abuso de autoridad, maltrato al personal y otras linduras.
Tiene un sueldo de 19 mil pesos mensuales, le gusta que le digan “doctor”, toda vez que dobletea en la Secretaría de Salud, tiene una plaza de médico -sin serlo- en el Hospital General del Sur, donde presuntamente labora sábados y domingos.
Apenas tiene la secundaria, la preparatoria la acreditó con un certificado falso y fue descubierto. Presume ser líder social, pero no gana ni una elección en la junta auxiliar de La Libertad.
Entre José Roberto y Andrés Montiel Villegas, el poderoso secretario particular, controlan la Dirección General, ambos son pareja de Edson, lo protegen, le cuidan la espalda, hacen su trabajo, viven para él.
El Director General y su círculo cercano acostumbran relajarse en “El Coyote”, un karaoke en la colonia La Paz, a dos calles de sus oficinas, donde han protagonizado múltiples escándalos una vez que el alcohol se apodera de ellos, todo con cargo a la institución.
Ahí conoció a Óscar González de Anda, un DJ que Edson decidió nombrar Coordinador General del Conalep. En el Conalep hay oportunidad para todos.
Alejandro Lozano Castañeda, es otro aviador en el plantel Puebla 1, en su contrato laboral está como personal de honorarios asimilados a salarios, del 1 de enero al 30 de noviembre de 2024, con un sueldo de 23 mil pesos mensuales.
En el Conalep generó mucho ruido esta contratación porque Alejandro se muestra abiertamente en sus redes sociales como actor de películas triple equis, con página azul y toda la cosa. Se desconoce el rol laboral de este personaje en la institución educativa, algunos enterados afirman que también es pareja de Edson. Ojo: que Edson guste del poliamor, no nos importa, pero que sus parejas tengan que estar en el nómina de la institución es otra cosa.
Edson sabe que no está en el ánimo de las autoridades estatales, pero presume que su partido lo respalda.
Ignora que arriba están enterados de todo, hasta de sus turbios vínculos con el panista y ex director del Conalep, Jesús Zaldívar Benavides, acusado por malos manejos.
¿Alguien pondrá un alto a los excesos y corruptelas en el Conalep?
¿O prevalecerá la impunidad? @DiarioReporter
