Seis alcaldes serán invitados por Marcelo, Barbosa está fuera en el inicio.
Por: Jesús Ramos
Él, es promesa presidencial de México. Ella, es alta funcionaria del Estado poblano. Él, no le conoce a ella. Pero ella, si le conoce a él. Sabe de su arrastre, entiende que negarle ayuda puede traerle a ella y al Estado implicaciones políticas futuras. ¿Por qué no le tendió la mano?
Son Puebla, Nuevo León y Quintana Roo estados núcleo desde donde él impulsará su proyecto político con la consigna que “si sus delegados y cabezas de células municipales no son operadores electorales definitivamente no le sirven”.
La estructura electoral que Marcelo Ebrard sembrará en Puebla para competir por la presidencia de México en el 2024 contempla compromisos políticos con seis presidentes municipales, pero no con el gobernador Miguel Barbosa, al menos no al inicio.
La ubicación geográfica de los seis ayuntamientos, además de la ciudad de Puebla, resulta atractiva para Ebrard porque desde ellos desplegará promotores suyos a través de oficinas municipales de enlace de la SRE.
Disgustarse con el Ejecutivo estatal no está contenido en su itinerario político, revelan fuentes diplomáticas, aunque tampoco solicitarle ayuda al arranque de su proyecto territorial, porque antes de su visita del 2 de septiembre a Puebla, para inaugurar las nuevas oficinas de pasaportes, Ana Lucía Hill Mayoral le bloqueó apoyos que él necesitaba.
Dependerá de los alcaldes electos de Tehuacán, Tepeaca, Huauchinango, Teziutlán, Xiutetelco e Izúcar de Matamoros si se suben al proyecto presidencial del secretario de Relaciones Exteriores o declinan la invitación que les harán después de asumir el cargo el 15 de este mes.
A excepción del neoaliancista Rogelio López de Huauchinango, los demás, Pedro Tepole, José Huerta, Baltazar Narciso, Carlos Peredo e Irene Olea ganaron con las siglas de Juntos Haremos Historia, por lo que el equipo de Ebrard calcula que los asuntos de partido no representarán inconveniente alguno.
Días antes de la visita de Ebrard a Puebla la delegación de la SRE, la Dirección General de delegaciones y la oficina del secretario, fracasaron en todos los intentos que hicieron por establecer comunicación directa con el mandatario poblano.
La necesidad que apremiaba al equipo de Marcelo, dos semanas antes, era contar con personal suficiente en sus oficinas centrales de Puebla para desde ellas promover y aumentar el conocimiento de su marca presidencial en el territorio poblano, sin embargo, la secretaria de Gobernación jamás les tomó la llamada ni respondió sus mensajes.
Entrada la noche en la víspera de la visita de Ebrard a Puebla, Ana Lucía Hill finalmente respondió los mensajes de Daniel Millán, jefe de la oficina del secretario de Relaciones Exteriores, y los textos que al mismo tiempo le había enviado Carlos Alfonso Candelaria López, director general de delegaciones, sin embargo, era demasiado tarde, el equipo de Marcelo había resuelto sus necesidades.
Por cortesía y diplomacia, la SRE cedió la organización del evento inaugural y la lista de invitados al gobierno poblano, pero Ebrard y su equipo tomó la decisión de no pedir en adelante más ayuda al mandatario.
Gente cercana a Carlos Alfonso Candelaria López, consideran que quien obstruyó la ayuda a la SRE no habría obedecido a indicaciones expresas del gobernador Barbosa, algo que bien entendido tiene Marcelo Ebrard, sino más bien Ana Lucía Hill por motu propio les dio el portazo.
Incluso justificaron al mandatario, con la versión diplomática de que para llegar a Barbosa, debían primero establecer comunicación con la Secretaría de Gobernación. Y fue ahí, donde no pudieron avanzar en los temas políticos que necesitaban resolver.
El 2 de septiembre Barbosa organizó a Ebrard una comida en Casa Puebla. Invitó a lo más granado de la clase política poblana, a alcaldes, miembros de su gabinete y diputados aliados de él, con Salomón Céspedes y Héctor Sánchez como representantes de los poderes Legislativo y Judicial.
Sin embargo Marcelo habría de poner una condicionante. Sí. Comería en Puebla, pero sólo con los que cupieran en una pequeña mesa de comedor. Seis, no más.
El banquete ofrecido a Marcelo en Casa Puebla debió trasladarse a Casa Aguayo. Allá se quedaron Salomón Céspedes y el resto de los políticos y secretarios a los que Barbosa quiso presumir su amistad con Ebrard, en tanto el banquete fue servido por un conocido restaurante poblano en la Marranera ya con contados personajes.
En ese ambiente íntimo del poder local, Barbosa con su esposa doña Rosario Orozco, fueron los anfitriones, mientras que Héctor Sánchez, Ana Lucía Hill, Jesús Ramírez Díaz, Verónica Vélez y Marcelo Ebrard completaron los seis lugares de la reducida mesa de comensales. Céspedes quedó fuera. Nada le dijeron.
La tarde les cayó encima en charlas de vacunas, pandemia y política nacional e internacional con mención incluida de Sheinbaum y Monreal en la carrera por la Presidencia.
—Lo que se ofrezca Marcelo, aquí estamos. Te lo digo de verdad. Sabes que cuentas conmigo. Sabes que cuentas conmigo— fueron las palabras de despedida.
Palabras tardías para las necesidades que el equipo de Marcelo debió cubrir por cuenta propia ante la reticencia de la titular de Gobernación por atender la visita del jefe de la cancillería mexicana.
Marcelo echará mano de lo que tiene y de la enorme proyección que le ofrece la dependencia donde está. El modelo de promoción de Ebrard tendrá en Carlos Alfonso Candelaria al gran orquestador nacional. Si bien las delegaciones estatales actuarán acorde a las instrucciones de la SRE en la prestación de servicios, serán las oficinas municipales de enlace las células que actuarán a su favor a ras de tierra.
Mientras el modelo de promoción de Claudia Sheinbaum y de Ricardo Monreal depende en absoluto de sus quehaceres nacionales en la jefatura de gobierno de la Ciudad de México y del Senado de la República, la promoción de Ebrard inicia a nivel internacional para después descender a lo nacional, estatal y municipal. Su amplia exposición diplomática es mayor a la del resto de los adversarios.
Los cercanos a él, confían que las relaciones internacionales de Marcelo con dignatarios del mundo y cancilleres extranjeros, especialmente de Estados Unidos y de Latinoamérica, jugarán a su favor para que obtenga la candidatura presidencial en el 2024.
Los esfuerzos realizados por Ebrard en la adquisición y abastecimiento de vacunas para nuestro país, la atracción de capitales foráneos a México, sus resultados en la relación y cooperación con Estados Unidos, siendo el Entendimiento Bicentenario con la visita de Antony Blinken a nuestro país el más reciente de sus éxitos, le darán el combustible necesario para vencer a Monreal y Sheinbaum en la carrera por la Presidencia, cree gente suya.
Desde la delegación de Puebla, este mismo año, Marcelo iniciará el tendido de estructuras de promoción y conocimiento en el centro del país con redes municipales de enlace que serán replicadas en Nuevo León y Quintana Roo, después, el modelo será copiado por otras entidades y municipios.
Ella, ya sabe que se equivocó. Su jefe, ojalá no se entere. @DiarioReport