*Financia políticos del PAN de otros estados del país con dinero público de Puebla capital etiquetado para prensa.
*Con su derroche millonario en revistas de alta sociedad podría apoyar a familias en situación vulnerable y detonar obra social en colonias populares.
*En el periodo de transición gastó 20 millones de manera discrecional para generar expectativa y alimentar su vanidad.
*En encuestas serias a nivel nacional sale reprobado, aunque tiene las propias a modo, que son las que difunde.
Especial Reporter
Eduardo Rivera Pérez derrocha dinero a manos llenas en publicidad y convenios de comunicación. Invierte más de la mitad de lo que utiliza el gobierno del estado, en esa área, para resaltar su imagen pública y silenciar su ineptitud.
Es tan elevado el presupuesto que dispone para medios informativos tradicionales, digitales y electrónicos que incluso le sobra dinero público para financiar, con la misma partida económica, a políticos del PAN de otros estados del país.
Para que vertieran opiniones e información favorable a su arribo a la alcaldía, destinó 20 millones de pesos de manera discrecional de octubre a diciembre del año pasado. Monto que él mismo ridiculiza con el despilfarro que está haciendo en este momento.
La exposición mediática y en redes sociales del alcalde de la ciudad de Puebla tiene el matiz político-electoral de elevar su nivel de conocimiento para las elecciones del 2024 en que habrán de renovarse la gubernatura, diputaciones locales y los 217 municipios.
Sin embargo, pese al tremendo gasto en prensa y comunicación, la percepción que el poblano de la capital tiene de su presidente es de fracaso en seguridad, programas, acciones municipales y obra pública.
Su voracidad por obtener dinero de los parquímetros, préstamos bancarios, remate de bienes, alumbrado público, contratos de publicidad en exteriores e incluso de la prostitución, le ha pintado fama de ambicioso.
Fernando Cortés, vocero de Rivera Pérez, tiene programadas cifras millonarias entre abril y diciembre de este año para medios informativos, consultores y redes sociales como jamás lo hicieron gobiernos municipales anteriores.
Con mucho más de lo que dispuso para prensa y comunicación Claudia Rivera Vivanco en su primero y último año de gobierno municipal (60 y 79 millones), Cortés y Lalo Rivera tendrían que superar con creces la imagen pública del gobernador Luis Miguel Barbosa con quien sostiene competencia discrecional de proyección.
La exalcaldesa Rivera Vivanco cerró su último año de administración municipal con el gasto de 79 millones de pesos en medios informativos y digitales, muy por debajo de lo que el PAN, Cortés y Eduardo Rivera gastarán en este 2022 en el mismo rubro.
El criterio de asignación de recursos de Fernando Cortés pareciera ridículo o malicioso, pues canales de televisión abierta y prensa con enorme mercado de lectores facturan menos de la mitad que pequeños portales digitales de poca audiencia, compromiso periodístico y seriedad.
De su presupuesto destina cantidades millonarias para políticos del Partido Acción Nacional, de otros estados del país, cuando ese recurso debidamente etiquetado tendría que invertirlo en la difusión de acciones del ayuntamiento.
La promesa de campaña, de mayor valía, de Eduardo Rivera Pérez fue abatir los índices de inseguridad. Ha fallado. Todos los delitos se le incrementaron. Sin embargo, la prensa oculta su fracaso visible en los homicidios diarios, ejecuciones, robos con violencia, asaltos en el transporte público, desaparición de personas y crecimiento del narcotráfico en la ciudad que gobierna.
Fuentes del ayuntamiento que piden el anonimato, revelan que además del presupuesto oficial que distribuye la vocería en publicidad y convenios, dispone de dinero líquido para gastos extraordinarios de comunicación social proveniente de giros comerciales, ambulantes y del área de normatividad.
Las campañas publicitarias que disfrazan a Eduardo Rivera Pérez de podador, pintor, mariachi, tapabaches y futbolista, no han podido distraer ni abatir la percepción negativa y fracasada del edil en temas de inseguridad.
Por el contrario, mostrarse entretenido en roles banales le proyectan al poblano su desinterés, oídos sordos y ceguera por atender temas realmente urgentes como recuperar la paz y tranquilidad.
Y aunque posa en arranque de obras y corte de listones de reparaciones menores en infraestructura social, la gente alberga la idea que su ayuntamiento no marca diferencia con el anterior de Morena.
Sus inversiones millonarias en proyectos políticos de otras entidades, con dinero de Puebla capital, podrían servir para respaldar la debilidad del comercio frente a la crisis económica, la realización de obra pública en colonias populares o para apoyar familias en situación vulnerable.
Gastar en exposición mediática, en silenciar ineptitudes y callar ineficiencias, tiene el propósito de catapultar a Eduardo Rivera a las elecciones del 2024 con la imagen más inmaculada posible para competir por el gobierno del estado o por la reelección de presidente municipal.
Son millones de pesos los que gasta en revistas de vanidad que proyectan imágenes suyas en portadas como el gran presidente municipal de la ciudad de Puebla, siendo que los hechos se contraponen a las promesas incumplidas que Eduardo Rivera Pérez hizo en campaña.
El despilfarro en encuestas
Metido en su objetivo de posicionarse de cara al 2024, el alcalde no tiene empacho en lucirse con encuestas a modo que son difundidas con toda la fuerza mediática de sus convenios.
Dichos sondeos de opinión le ubican en el sexto lugar como el mejor alcalde del país a ocho meses de su gestión en la presidencia municipal.
Sin embargo, en estudios serios como el de la encuestadora Mitofsky del mes de junio, Eduardo Rivera no aparece en los primeros diez lugares de los alcaldes de las capitales de los estados del país mejor evaluados, pues apenas tiene un 44% de aprobación y figura en la posición 19 de 31, casi se coloca en el rango de los peor evaluados.
Otro estudio, también efectuado en el mes de junio por la firma LaEncuesta.mx, también sale reprobado, ubica a Rivera Pérez en la posición 38 de 50 alcaldes evaluados en el país, con apenas el 40.8% de aprobación y un 54.5% de desaprobación, así opinaron los ciudadanos poblanos ante los nefastos resultados de su gobierno municipal. @DiarioReporter