Los abandonaron a su suerte.
Cuatro láminas, dos cobijas y una despensa fue el apoyo del gobierno del estado a quienes perdieron todo.
Por Carlos Clemente
Sin coordinación alguna, los tres órdenes de gobierno federal, estatal y municipal, han dejado en el desamparo a miles de poblanos afectados por el paso del huracán “Grace” hace ya un mes, en poblaciones, rancherías e inspectorías de las sierras Norte y Nororiental del estado.
Desesperados y abandonados a su suerte, las familias damnificadas claman justicia y piden ayuda al presidente Andrés Manuel López Obrador y al gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, pues acusan favoritismo, corrupción y clientelismo de quienes operan los apoyos gubernamentales.
En las regiones de Pantepec, Francisco Z. Mena, Venustiano Carranza y Teziutlán, las familias afectadas por las fuertes lluvias registradas aún después del huracán “Grace”, realizaron sendas manifestaciones en las cabeceras municipales, sin que fueran atendidos por funcionarios municipales, estatales o federales.
Visiblemente contrariados, los inconformes denunciaron a funcionarios de la Secretaría del Bienestar del gobierno federal por excluirlos del censo de damnificados a pesar de que les pidieron cubrir los requisitos.
“Tomaron fotos, pero no nos apuntaron, los señores ya traían sus listas”, apuntan los inconformes.
Exigen la realización de un nuevo censo de cultivos y viviendas afectadas, porque ante la llegada de los primeros apoyos económicos los verdaderos necesitados se quedaron fuera.
“A los que tienen casas de dos pisos sí les dieron dinero y a nosotros que el aire se llevó nuestros techos no nos han dado nada”, manifestaron vecinos de las comunidades de Ameluca, El Pacífico, Zahualican, Agua Linda, La Máquina, entre otras.
En la zona rural hay más problemas, la gran mayoría de los campesinos carecen de tierras propias y tienen que rentarlas para sembrar o bien trabajar “a medias”.
Los apoyos económicos entregados el fin de semana que van de 4 mil 500 a 35 mil pesos, según los daños sufridos, llegaron sólo para quienes acreditaron la propiedad de los terrenos afectados, no para quienes los trabajan. Los verdaderos damnificados, se quedaron una vez más con las manos vacías.
En Jopala, los campesinos denunciaron que hubo favoritismos y corrupción en el censo que realizaron becarios y personal de Bienestar. “Se privilegió directamente a familiares, padres, tíos, abuelos, cuñados y amigos de los censadores”, señalaron.
Indicaron que alrededor del 70% de los que salieron beneficiados no tuvieron daños, porque tienen casas de concreto. Los verdaderos afectados ni enterados estaban que hubo un censo de parte de Bienestar “ya que no hubo ningún llamado o aviso, no recorrieron el campo para verificar”, señalan indignados.
Desesperados, piden la ayuda del gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta y del propio presidente Andrés Manuel López Obrador, para que se realice una investigación sobre lo sucedido, esperando que se corrijan los errores cometidos por los “Siervos de la Nación”.
Señalaron que el presidente municipal “sólo escoge a su gente para apoyarlos, muchas de las despensas que han repartido sólo son para ellos”, denunció una mujer con lágrimas en el rostro, mientras comenta que en las comunidades de Patla, Rancho Nuevo, Buenos Aires, Chicontla, Cuamaxalco, Tlaolantongo, Los Reyes, Chicontla, El Encinal, Ixquimpan, hay muchos campesinos afectados que no han sido tomados en cuenta.
En Tlaola, habitantes de Xochinanacatlán, también denunciaron que no fueron tomados en cuenta, “en todos lados es eso, sólo la familia y amigos de los que están adentro de la presidencia fueron censados y los verdaderos necesitados ni en cuenta…”, dijeron molestos.
En Huauchinango ocurrió lo mismo, “mi casa se quedó sin techo y hasta ahorita no he recibido ningún apoyo de Bienestar”, acusó Paola Reyes.
El lunes pasado, otro grupo de campesinos excluidos de los padrones de afectados de comunidades apartadas de Teziutlán, Cuetzalan, Jonotla y Ayotoxco se manifestaron para denunciar que los “siervos de la nación” sólo censaron a orilla de carretera, sin internarse en las comunidades y dejando fuera a cientos de familias verdaderamente afectadas.
Testimonios de Zihuateutla indican la misma situación, “apoyaron más a las personas que estaban en el partido del presidente y los que no, no les tocó nada, como siempre puro favoritismo”, señaló Emma Sánchez.
En comunidades de Venustiano Carranza y Francisco Z. Mena, estuvieron más de dos semanas sin energía eléctrica, porque los caminos permanecían bloqueados por los deslaves y los camiones-grúas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no podían pasar.
Los pobladores cuentan que el pasado 3 de septiembre hicieron una manifestación en las oficinas regionales de la CFE e indignados quemaron en la calle algunos objetos, lo que provocó que tres personas fueran detenidas por la Policía Municipal de Venustiano Carranza. “Lo único que queremos es luz, la pagamos, no es gratis”, comentaron.
A un mes del fenómeno natural, la estrategia del gobierno del estado va en dos vertientes: una, la entrega de apoyos vía DIF Estatal, despensas, cobijas y láminas.
La segunda, a través de la Secretaría de Desarrollo Rural (SDR) con apoyos económicos por 2 mil pesos a cada productor afectado, previa acreditación de daños y demás requisitos, a manera de indemnización por la pérdida de sus cultivos.
El censo de la SDR estima 43 mil 389 hectáreas de cultivos diversos dañadas en 68 municipios, con un total de 30 mil productores afectados en las sierras Norte y Nororiental del territorio poblano.
Aunque la secretaria de Desarrollo Rural, Ana Laura Altamirano Pérez, ofreció que a finales de octubre concluiría la entrega de los apoyos económicos, a la fecha registran un avance del 30 por ciento.
El gobierno del estado entrega directamente sus cheques, sin la intervención de los presidentes municipales, quienes muestran desinterés por ayudar a la gente a escasos 20 días de la conclusión de sus mandatos.
La federación tiene hecho un caos el programa de apoyos con graves denuncias por corrupción contra sus becarios, funcionarios y delegados regionales, sin que la delegada, Vida Inés Vargas Cuanalo, nombrada hace un mes, de la cara y atienda el conflicto que amenaza con estallar en los próximos días, al repartir cheques en medio de fuertes inconformidades de los damnificados que no aparecen en las listas.
A un mes del huracán “Grace” las lluvias siguen azotando a los municipios del Norte de la entidad y la situación de miles de poblanos empeora sin que sientan el respaldo real de sus gobiernos, sea municipal, estatal o federal. Están desamparados y a su suerte.