Por Carlos Clemente
Un principio básico para enfrentar y resolver un problema, es admitir su existencia. El secretario de Seguridad Francisco Sánchez González ayer confirmó lo que por años se negó desde la narrativa oficial, la presencia y operación en territorio poblano de grupos del crimen organizado de orden nacional: Cártel de Sinaloa, Familia Michoacana y CJNG, desde hace siete años.
Se trata de al menos siete grupos criminales –algunos de orden local- que desarrollan actividades de narcotráfico, asaltos, extorsiones, secuestros, robo de combustible, entre otros delitos de alto impacto.
Son precisamente los autores de las ejecuciones y de los cuerpos desmembrados que aparecen por todos lados en Puebla como consecuencia de la lucha por el control de determinadas zonas.
Es evidente que el Vicealmirante tiene clara la radiografía del crimen en la entidad poblana y no se anda por las ramas.
Inútil resultó negar la realidad, ocultar información, tal como lo hizo el hoy magistrado y ex secretario de Seguridad Daniel Iván Cruz Luna, quien juraba que en Puebla no había presencia de organizaciones criminales.
Sobre todo, cuando los delitos de alto impacto repuntaron y Puebla se colocó en el primer sitio del país en materia de robo de hidrocarburos.
Lo fundamental para el nuevo gobierno será la estrategia para contener y desactivar las células de grupos criminales como el Cártel de Sinaloa, la Familia Michoacana, La Barredora (CJNG), que tienen muy armada su forma de operar por su experiencia en otras entidades del país.
Los poblanos lo reclaman y es el mayor reto de las autoridades, pacificar al estado. No más inseguridad, no más violencia. @DiarioReporter