Por: Jesús Ramos
Debe reconocerse que le ha echado ganas el gobierno de Miguel Barbosa para silenciar la emboscada que tendió su Policía Estatal a los indígenas nahuas y mazatecos de Coyomeapan, donde asesinaron a un menor de edad y a otros dos civiles, pero ese silencio cómplice no lo ha podido concretar del todo.
Se supo de esta infamia a nivel nacional y ahora mismo sigue trascendiendo al ámbito internacional. Es algo imparable, incontenible, imposible de esconder. Y para acabarla de amolar, activistas locales, nacionales e internacionales, incluida la ONU, están dispuestos a seguir divulgando la masacre en los foros del mundo como delito de lesa humanidad.
Soy de los que creen que algún día el perímetro de la justicia se cerrará tanto en torno a Barbosa que le será imposible evitar enfrentarla como ha sucedido con otros mandatarios después de concluidas sus administraciones.
Manuela Johanna Covini fue el enlace internacional para que 300 universidades de Europa congregadas en el festival 48 Hours Neukölln de Berlín escucharan el caso Coyomeapan narrado en vivo, vía plataforma, por los indígenas nahuas Beto Izúcar, Zoilo Martínez y la activista Claudia Martínez Sánchez.
La exposición fue enriquecida con un maravilloso documental de 52 minutos de duración elaborado por el Colectivo Nacional Alerta Temprana de Periodistas y Activistas (Conapa) que dirige Claudia Martínez, donde explican la cronología del asedió de los caciques Araceli y David Celestino Rosas, apoyados por Barbosa, con el propósito de apoderarse de los recursos naturales de ese municipio a costa de crímenes y despojos.
En esa tribuna, los dos indígenas y la activista pidieron a la comunidad internacional intervenga ante el Presidente Andrés Manuel López Obrador para que los asesinatos no queden impunes y se inicie juicio político contra el gobernador de Puebla, al que responsabilizan de encarcelamientos injustos y violaciones flagrantes a los derechos humanos de este pueblo original enclavado en la sierra negra.
Por la emboscada fueron detenidos y encarcelados nueve policías estatales, pero ningún mando policiaco, tampoco separado de sus funciones el secretario de Seguridad Pública Daniel Cruz Luna, pese a haber mentido en el parte que rindió al Ejecutivo y a la prensa, en el que sostuvo que los indígenas portaban armas largas y que se trataba de un enfrentamiento.
Horas después se supo que los indígenas viajaban desarmados y que había sido una emboscada, planeada y orquestada por la policía junto con guardias blancas para asesinar a los dieciséis nahuas y mazatecos que regresaban a sus hogares.
Manuela Covini hizo el compromiso de visitar Coyomeapan este mismo año y de emprender una amplia campaña de divulgación del caso entre la comunidad universitaria, académica, de investigadores y artística de Europa para mostrar al mundo este ejemplo de violación grave a los derechos humanos de los indígenas en México.
A casi dos meses de la matanza, la Fiscalía General del Estado y el gobierno barbosista apuestan al silencio y al olvido, apuestas difíciles de ganar por la determinación de las ONG´s, del pueblo y de los activistas para que eso no ocurra. @DiarioReporter
Los activista de Tehuacán y alrededores queremos que se aga justicia alos indígenas de coyomeapan, ya en tre los tres muertos, un menor de edad fue asesinado por lo cual los pobladores hicieron una rueda de prensa acompañados por una de las víctimas las cuales contó todo lo sucedido lamentamos que, en estado de Puebla halla víctimas de los políticos que sin temor de DIOS hacen del pueblo lo que les plase no se si el presidente AMLO sepa o se aga oídos sordos a este gran y a errante caso ya que el menor murió desangrado, pedimos justicia para coyomeapan sin importar, partido