Por Jesús Ramos
Empatía y solidaridad son las dos perlas preciosas de las que tendría que apropiarse Julio Huerta para ser un servidor público reconocido y aspirante digno a la gubernatura de Puebla.
Hoy no es ni lo uno ni lo otro y tampoco por las dos perlas se ha interesado. Soberbia, arrogancia, algo de esto debe ser. Por regla general, se sitúa del lado del poderoso en vez del desprotegido.
Exageran las viudas de la prensa barbosista poniéndolo en primerísimo lugar de posibilidades, adelante incluso de Armenta, Nacho y Lalo, en razón de su parentesco con el difunto y supuestos acuerdos con la Sheinbaum.
Sinceramente le veo difícil. Imposible no, pero sí muy complicado para alguien que carga en el apellido la terrible fama del peor gobernante que haya existido en Puebla en los últimos años.
Julio se opuso a los reclamos de la población de Zapotitlán de Méndez para sancionar a su alcalde Emiliano Vázquez por tirar balazos a una escuela con niños en clases. Defendió el poder municipal en vez de garantizar la seguridad de los infantes.
Julio fue contra los reclamos de las autoridades y pobladores de Nealtican que despidieron a toda la policía municipal por presuntos vínculos con criminales y delincuentes. Dio la razón a los uniformados y desatendió los señalamientos de la comunidad.
Julio se ha situado del lado de la alcaldesa Yazmín Castillo de Ahuehuetitla, a quien los habitantes de ese municipio no han permitido ni tomar protesta al cargo ni entrar al edificio municipal desde el año pasado, en vez de atender las exigencias de las personas las ignora. Empoderó a Yazmín y desamparó al pueblo.
Julio, como Barbosa estando vivo, protegió a los caciques Celestino de Coyomeapan, cuando debió respaldar a los indígenas de la localidad que acusan infamias de esa familia contra el pueblo. Ha habido muertos, heridos y detenidos por el conflicto, y pese a todo, sigue del lado de los Celestino.
Empatía y solidaridad con la gente y los pueblos son perlas ausentes en ese hombre que se apunta para ser gobernador de Puebla en el 2024, negado a mostrar buenas acciones y rostro amistoso con quienes le llevarían al cago si resultara candidato.
En vez de poner a disposición de la Fiscalía General del Estado la situación legal del alcalde de Zapotitlán le defendió. En vez ordenar la investigación contra los Celestino les protegió. Y en vez de averiguar a los policías de Nealtican, les amparó.
¿Y quiere ser candidato? Dios santo. @DiarioReporter