Por Jesús Ramos
Está la consideración sobre el tablero político de Armenta que Aguilar Pala sea el próximo dirigente de Morena Puebla, méritos sobran a otros de ese partido, pero el asunto aquí es que a Samuel también le han echado el ojo.
Hilos, nudos y amarres de la elección pasada fueron entretejidos y anudados por Pala con los dividendos que llevaron a Alejandro a la victoria, nadie como él podría dinamizar el instituto guinda si fuese ese el propósito y él el elegido.
Asegurar con la mano en el corazón que Samuel será la pieza de enroque de Gobernación a Morena resulta atrevido porque igual pueden serlo David Rivera, Pavel Gaspar o algún otro.
Limitar el tablero de Alejandro a uno, dos o tres nombres sería leer equivocadamente las alternativas del gobernador electo, son muchas y variadas estas, con la seguridad que debe serle leal de alma y corazón aquel que sustituya en su nombre a Olga Lucía.
Las Morenas de los estados son de los gobernadores en turno, son ellos los que asignan y quitan esas membresías, todo lo local les pertenece, son canicas suyas, sin embargo, en los espacios nacionales como diputaciones y senadurías la cosa cambia y las venias son distintas.
Lo que Olga Lucía quiso decir en la rueda de prensa de ayer no fue el descarte absoluto y tajante de Gaspar ni de David, sino que la señal de Armenta todavía no ha sido lanzada.
Algo parecido a lo nacional sucederá en Puebla, recordemos, antes de que Luisa María Alcalde fuese destapada Citlalli Hernández alzó la mano para dirigir Morena, entendido el asunto la bajó.
Del todo cierto no es que todos los morenistas que quieran ser líderes pueden manifestarlo levantando la diestra, como refiere Olga, una es la que importa y todavía no ha sido sujetada y levantada por Armenta. @DiarioReporter