Por: Jesús Ramos
Como en el béisbol, la señal que nos llega de la Ciudad de México para cambiar de líder de Movimiento Ciudadano en Puebla sigue siendo la misma, habrá relevo por necesidades del partido.
Dante Delgado tiene claridad en la ruta a seguir. Para crecer, necesita ajustar estrategia y realizar enroques en sus tableros estatales con gentes que le inspiren confianza y crecimiento.
El viernes pasado en el hotel La Quinta, de Palmas Plaza, tuvo lugar un cónclave de legisladoras federales y mujeres destacadas de MC para conformar un bloque que les permita ocupar sitios estratégicos en la política nacional.
Y el hecho de que lo hayan organizado en Puebla lleva implícito el mensaje de por dónde planean iniciar sus primeras acciones, están decididas a empoderarse y cuentan con la complacencia de su líder máximo.
Sus tiempos los tienen cronometrados, será después de las elecciones de junio de este año cuando comiencen a ocupar plazas de toma de decisiones y en Puebla hasta donde sabemos lo hará Edurne Ochoa, sea para el estatal o municipal.
Dante está resuelto a cambiar al actual dirigente, lo que no ha decidido es si el lugar lo entrega a un varón que envíe de la CDMX o deposita la responsabilidad en la activista social Ochoa, misma que le asesora en temas de género.
El MC poblano se hizo de una fama oficialista que afecta al partido en sus propósitos nacionales, simula trabajo de campo y a diferencia de otras entidades no ha crecido en militancia ni en votos desde hace ya varias elecciones constitucionales.
Es un partido que se paró, está detenido, carece de volumen y lo que ofrece es muy poco para las expectativas que Dante y sus candidatos necesitan en el encare del 2024, amén de que Puebla es una entidad clave para obtener la Presidencia de la República.
Resultan lógicas sus exigencias, MC ha podido conquistar ciudades capitales, estados y congresos importantes con trabajo y esfuerzo, aquí apenas tiene un legislador local y un puñado de municipios bien chiquitos.
Se entiende que bajo esa báscula el partido naranja sí le ha quedado a deber a Delgado, aunque quizá otro elemento faltante en la mesa de los requerimientos sea su flanco opositor, sello que claramente no lo define en Puebla. @DiarioReporter