Por: Jesús Ramos y Carlos Clemente
La promesa que Miguel Barbosa hizo a los atlixquenses hace año y ocho meses de emprender un proyecto ecoturístico en el cerro Cola de Lagarto, sobre 300 hectáreas de terreno, comienza a hacerse vieja y no existe el mínimo indicio de su arranque.
Fue un engaño del mandatario, es lo que creen habitantes de Atlixco, y lo hizo para calmar los ánimos de miles de inconformes que siguen oponiéndose a un proyecto similar de alta gama residencial, situado por la misma zona, y que en 2016 alteró la paz social del municipio y forzó a cientos de campesinos a malvender sus tierras al gobierno del Estado.
El otro Cola de Lagarto, el Beverly Hills, con “estilo de vida lujoso y sostenible como nunca se ha visto”, dice su eslogan de publicidad en las redes sociales y en las agencias de bienes raíces; ese, está bastante avanzado. Sólo sus 255 lotes alcanzan el valor de 1,600 millones de pesos. Y casi todos están vendidos pese a que el desarrollo inmobiliario invade área natural protegida de la Sierra del Tentzo, delito del que se ha desentendido el mismo Barbosa y las autoridades federales.
Ariel Manelic García, activista de los derechos humanos y asesor jurídico de familias y ejidatarios que debieron vender sus propiedades con la amenaza de ir a dar a la cárcel en caso de negarse, explica que todo decreto expropietario debe tener por propósito la utilidad pública, sin embargo, el gobierno del Estado expropió tierras para beneficiar a los desarrolladores inmobiliarios de la Promotora Cola de Lagarto S.A de C.V., que tienen proyectado conectarse con la Autopista Siglo XXI a través de una carretera a cuatro carriles con caseta de cobro y vigilancia.
Han pasado casi 5 años desde aquella amarga experiencia que les obligó a vender sus tierras de cultivo con valor comercial de 1,500 pesos metro cuadrado, por contar con agua de riego y porque producen todo el año flores, vegetales y perecederos, pero el gobierno estatal abusando de su poder pagó el metro a 120 pesos y el que mejor vendió lo hizo en 600, en abonos, y es la fecha que todavía les deben desde el 10 hasta el 15 por ciento de lo acordado.
Barbosa ha evitado entrar en el tema de los adeudos y en la invasión de empresarios inmobiliarios al área nacional protegida. Y los afectados por la expropiación, siguen esperando que se les liquide sin que vean la intención gubernamental de que eso ocurra.
La promesa de construir un proyecto ecoturístico que detone el empleo y la economía regional la hizo Barbosa en marzo del 2020. “Ya estamos creando toda la estrategia legal en Cola de Lagarto, estamos expropiando una zona muy importante que ha estado en litigio siempre, y ya tenemos más de 300 hectáreas listas que estaban en posesión de usurpadores de la tierra”.
Los habitantes de Atlixco creyeron que el gobernador finalmente pondría en su sitio a los desarrolladores inmobiliarios de Cola de Lagarto que invaden el área nacional protegida y ponen en peligro la flora y fauna del cerro del Tentzo. Pero no fue así. En una visita que hizo el equipo de #Reporter a la zona, a invitación de los campesinos, se pudo constatar que mientras las 100 hectáreas de las que habla Barbosa se encuentran en la planicie, el Beverly Hills de máximo lujo, está en la cima de la montaña, separados ambos proyectos por varios kilómetros. Nada que ver una cosa con la otra.
El primer engaño del gobierno lo hizo en funciones de Ejecutivo Rafael Moreno Valle. Expropió tierras en San Jerónimo Coyula, Trinidad Tepango, Castillotla, Axocopa y San Felipe Xonacayucan, para conectar con la Autopista Siglo XXI al desarrollo inmobiliario Cola de Lagarto, de capitales privados, y abrirles las puertas a los adinerados residentes hacia el sursureste con Oaxaca y Chiapas, al centro del país con la Ciudad de México y el Aeropuerto Hermanos Serdán de Huejotzingo, y hacia el Pacífico Mexicano con Cuernavaca y Acapulco.
Las indemnizaciones que debió solventar el gobierno de Puebla, por razones de expropiación, en vez de pagarlas el Banco de Tierras del que era su titular el hoy diputado local Fernando Morales Martínez, fueron liquidadas en efectivo y con cheques por representantes de las empresas OHL, PINFRA, particulares y ejecutivos de la banca comercial, explica Ariel Manelic, lo que representa una grave irregularidad de procedimiento con indicios de corrupción.
La promesa de realizar obras de drenaje, agua potable y pavimentación de calles en las comunidades afectadas por el decreto expropiatorio jamás se cumplió. Por ese motivo, cinco familias siguen resistiéndose a vender el último tramo de 11 hectáreas que falta para conectar el desarrollo inmobiliario Cola de Lagarto con la Siglo XXI. “Sí vendemos, pero que nos paguen a valor comercial lo que valen nuestras tierras”, sostienen. “Y que nos permitan participar con negocitos al pie de la carretera, pues se niegan a darnos ese beneficio con la versión de que afeamos su proyecto de lujo, además, queremos tener acceso a esa carretera, porque también nos lo están negando”, añadieron.
Cola de Lagarto incluye 255 lotes residenciales de 1000 y 1600 metros cuadrados, con valor superior a los 6 millones de pesos los de menor precio, la mayoría ya vendidos por el promotor Jacobo Amezcua a colombianos, europeos y norteamericanos, cuenta con campo de golf de talla mundial, lagos artificiales, salones para fiestas, restaurantes y gimnasios, el avance de la obra está al 90 por ciento, como puede constatarse en imágenes y videos que #Reporter levantó en la zona.
El Instituto Geológico y Minero de España, según estudio dado a conocer por organizaciones del M-18, la zona residencial de alto lujo Cola de Lagarto consumirá entre 150 mil y 300 mil metros cúbicos de agua al año, misma cantidad que consumen todos los habitantes de Atlixco en el mismo lapso de tiempo.
PROYECTO TURÍSTICO
El 02 de marzo del 2020, en el marco de la presentación de la Agencia Estatal de Energía, el gobernador anunció por primera vez el proyecto Cola de Lagarto como “un polo de desarrollo que va generar el crecimiento que necesitamos”.
Mencionó seis proyectos de desarrollo estatal y el quinto Cola de Lagarto: “Queremos hacer un proyecto turístico enorme, allá entre Huaquechula y Atlixco, hacer una zona de conciertos que provoque una gran inversión, ya tenemos equipos, estamos en un proceso de elaboración y construcción”, anunció.
En ese evento, habló de respetar la ley, los derechos y las tierras de los campesinos: “mi gobierno está a favor de la inversión siempre y cuando esta genere desarrollo y no afecte a las comunidades”.
«No vamos atropellar los intereses de los propietarios de las tierras, en los ejidos, en las tierras comunales o de pequeña propiedad. Vamos a conciliar como lo hemos hecho con los proyectos que ya encontré en marcha», aseveró.
Tras el anuncio, la secretaria de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial, Beatriz Manrique Guevara, dijo en entrevista que “el proyecto no afectará la zona de reserva natural de la región de la Sierra del Tentzo, pues se trata de un parque ecoturístico, pero no inmobiliario. La obra se establecerá sobre un bien público y no particular por lo que no se prevé capital privado”.
Sobre el lujoso desarrollo inmobiliario, negó tener denuncia al respecto, “no tenemos registros de que se esté afectando la zona”, consignó una nota del portal informativo e-consulta.
Después de un año y dos meses, el 19 de mayo de 2021, el mandatario abordó por segunda ocasión el tema a pregunta expresa de los medios de comunicación, dijo que estaban creando la estrategia legal de Cola de Lagarto, que habían recuperado 100 hectáreas que estaban en manos de usurpadores y que iban a expropiar otras 300 hectáreas para el proyecto.
A casi un año ocho meses de anunciado el proyecto turístico Cola de Lagarto, se desconocen detalles concretos del proyecto, monto de la inversión, fechas y plazos de inicio de obra, la situación legal de las tierras y su ubicación precisa. #Reporter constató en campo que no existe ningún indicio del gran proyecto detonador de desarrollo económico y turístico.
Los campesinos de la zona entrevistados sobre el particular, niegan tener conocimiento del proyecto, nadie del gobierno les ha informado absolutamente nada, sólo se han enterado por las noticias.
El mandatario estatal pasó en un año y ocho meses del “tenemos equipos, estamos en el proceso de elaboración y construcción”, a la frase de “estamos creando la estrategia legal”.
Lo real es que no hay una sola piedra o trazo del proyecto turístico en la zona, el único movimiento que se observa es el de camiones con material de construcción, pero dentro del desarrollo inmobiliario, donde el verde césped del campo de golf es regado diariamente y todos los lotes están prácticamente vendidos. @DiarioReporter