Por: Jesús Ramos
Ni se mastican ni se tragan el gobernador y el empresariado poblano. Es terrible su animadversión. Se caen gordos. Y a la menor provocación reaccionan de manera virulenta, muestran colmillos, chorrean baba y retraen garras.
Que recuerde, ni con Bartlett los malos humores llegaron a tal punto. Y miren que don Manuel fue un gobernador mandón y de pocas pulgas, pero jamás sus desentendidos con Jorge Espina fueron la comidilla de la opinión pública.
La metralleta que pidió por regalo Barbosa, el chaleco balizado y el par de esposas, debe tomarse como lo que es, un pretexto del mandatario para reiterarles a Rubén Furlong y a Ignacio Alarcón lo mal que le caen ellos, sus consejos y cámaras empresariales.
Del lado de los empresarios el sentimiento es mutuo, se lo externaron a gritos y sombrerazos en noviembre pasado en un evento de la Coparmex, ahí, le reclamaron su intromisión en la UDLAP, la devolución del Impuesto Sobre la Nómina y que transparentara el nebuloso gasto del gobierno.
Etiquetaron a Barbosa de delincuente pues, de metiche en la Universidad de las Américas y de tener la cola tan larga como la Muralla China en asuntos de corrupción.
La sangre no está por llegar al río, la sangre ya llegó al río y sus confrontaciones no cesarán de aquí al 2024. Será el peor sexenio del empresariado poblano en sus relaciones con el gobernante en turno.
Distinto a sus anteriores pares, Barbosa no quiso cultivar una relación de hipocresía con ellos, por eso les trata como lo que son, financiadores de la derecha radical y conservadora de Puebla, cómplices del Yunque y del morenovallismo.
Están metidos hasta el tuétano en la política partidista, aunque se esmeren en disimularlo Furlong y Alarcón, y el mandatario les huele en plan de adversarios, sin medias tintas ni disimulos, sin amistades falsas.
La valentía del gobernador para pintar con claridad la línea que los divide, así pelona y sin dobleces, no está a discusión. Nadie, ningún mandatario les había puesto un alto a estos señores que en cada sexenio obtienen prebendas en especie y dinero vistiendo con etiqueta de empresarios apartidistas, son de derecha, siempre se ha sabido.
Con ese tema de la metralleta con que Barbosa se los tundió de lo lindo y con el que después debió morir a carcajadas arrinconado en La Marranera, con ese mismo, los empresarios deberían entender que si a los anteriores Ejecutivos los amansaron con cuentos chinos, a este, tendrán que enfrentarlo como lo que es, su enemigo político de aquí hasta que se vaya. @DiarioReporter