Por: Redacción
Aunque la celebración tradicional mexicana considera Día de Muertos el 1 y 2 de noviembre, lo cierto es que los festejos inician en nuestro país desde el 28 de octubre con las fiestas a San Judas Tadeo y a aquellos seres queridos que perdieron la vida en accidentes.
Millones de familias enfloran el sitio exacto en las carreteras, calles y caminos donde partió al más allá el difunto. En 2008 la Unesco declaró la tradición como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Y aunque inició en México, países de Latinoamérica también han decidido honrar a sus muertos en esas fechas, tal es el caso de Perú, Venezuela y Argentina.
Los teotihuacanos acostumbraron hacer ofrendas a los muertos practicando rituales que ayudaran a llegar a uno de los cuatro paraísos a quienes perdían la vida. Las ofrendas consistían en comida, copal, vasijas, cuchillos, jade y semillas.
En la actualidad, la sociedad mexicana monta ofrendas en sus hogares con comidas que le gustaron al familiar en vida, algunas de ellas con inversiones modestas, pero otras más que llegan a costar auténticas fortunas como las de Huaquechula, Puebla, de hasta medio millón de pesos. @DiarioReport