Por Carlos Clemente
Ahora que se respiran nuevos aires en la vida política del país y del estado, tiempos de auténtica democracia, con un poder Legislativo libre, independiente y sobre todo autónomo, los diputados de la LXII Legislatura local –con abrumadora mayoría de Morena-, podrán elegir un verdadero ombudsman al frente de la Comisión de Derechos Humanos de Puebla.
Los poblanos nos merecemos un “representante del pueblo” real, una persona que proteja y defienda los derechos de los ciudadanos ante las autoridades, no un palero.
Aprovechando el momento que vive Puebla, sin aquellos hombres de poder totalitarios y antidemocráticos, que practicaban el “dedazo” y la “imposición” de personas a modo para estos encargos de alta responsabilidad, los legisladores tienen la oportunidad de oro.
Nuestros representantes populares que andan dándole duro a la construcción del segundo piso de lo que llaman la cuarta transformación, pueden sorprendernos y elegir un perfil distinto, auténtico, emanado de la lucha social, del pueblo, pues.
Entre la lista de las 12 personas que pasaron el primer filtro y que serán entrevistadas por los diputados esta misma semana, existen perfiles preparados, capaces e idóneos. Unos más que otros.
Llama la atención un perfil con extraordinarias cartas credenciales, María Luisa Núñez Barojas, una madre buscadora forjada en el llamado triángulo rojo.
La pérdida de un hijo la llevó a involucrarse a fondo con el tema de las desapariciones forzadas, desde donde ha dado durante años una batalla ejemplar a través del colectivo Voz de los Desaparecidos del cual es fundadora.
Durante los próximos cinco años Puebla puede tener un organismo defensor de los derechos humanos, con una persona al frente que sea verdadero garante de los derechos y libertades de los poblanos.
¿O nos volverán a dar atole con el dedo y designarán otro florero? @DiarioReporter