Por Jesús Ramos
En tres años el gobierno del estado ha negado aumentar sueldos a sus empleados. Si hoy lo hiciera, tendría que dar 12 por ciento directo al salario para emparejarse y aun así el poder adquisitivo de su gente quedaría 18 por ciento abajo de la inflación real del país.
¿Con qué calidad moral interviene en la revisión salarial de la Volkswagen si con los suyos se ha mostrado pichicato, injusto y necio para darles lo que por Ley les corresponde?
Su intervención la podemos leer en la prensa oficial y en periodistas afines al gobierno que instan a los trabajadores, a través de noticias y redes sociales, a no ser tontos y aceptar el 11 por ciento que ofrece la empresa para que no estalle la huelga el 9 de septiembre.
Esa es la intervención de actores externos y políticos que refiere la Canacintra y académicos de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), gentes que meten su cuchara donde no deben y que en vez de ayudar entorpecen el entorno de las negociaciones al salario.
Quienes han cubierto la fuente laboral para un medio informativo saben perfectamente que en las revisiones salariales y contractuales entre la Volkswagen y el Sindicato, celebradas en la sede de la autoridad laboral federal, el gobierno de Puebla está impedido a sugerir u opinar por ser un asunto de dos: empresa y trabajador.
El contrato colectivo de trabajo está depositado en instancias federales no locales, esa es la razón. Ni Biestro ni ninguna otra autoridad poblana puede abrir la bocota en sus diálogos y discusiones.
Pocos saben que en la cadena de valor de la Volkswagen el armado de automóviles que se realiza en Puebla es el más barato del mundo, aunque para muchos ganar 400 y 700 pesos por turno represente una gran cantidad, y el 40 por ciento del PIB del estado.
Si los trabajadores aceptaran el 9 por ciento directo al salario y 2 por ciento en prestaciones que les ofrece la armadora alemana, su nivel adquisitivo estaría mermado en un 19 por ciento respecto a la inflación real y emparejada apenas con la oficial del Banco de México.
Los trabajadores de la VW no son tontos como les insinúan los medios informativos gobiernistas y periodistas oficiales, son realistas, combativos. Y mire usted, aunque su petición del 15 por ciento de aumento directo al salario les fuera concedido, quedarían debajo de la espiral inflacionaria del país.
En una entidad como Puebla que anda por la calle de la amargura en competitividad un 11 por ciento de incremento se oye fabuloso, cuando no tendría que ser así, la mano de obra de nuestros paisanos carece de valor porque ni nuestras autoridades ni nosotros exigimos lo que merece y vale.
Este gobierno estatal no ha reconocido al Sindicato de Burócratas por mañoso. Si no reconoce al Sindicato no les da a sus trabajadores el incremento salarial que por Ley merecen. Es el mismo que anda de candil interviniendo en las negociaciones de la VW y que mantiene a oscuras su casa. @DiarioReporter