Por: Jesús Ramos
Tehuacán tiene en su presidente municipal Pedro Tepole un aprendiz de político y de servidor público. Entra en pánico en situaciones sencillas. Y decide con el hígado en vez de utilizar la cabeza.
La semana pasada estuvo a nada de meter a su ayuntamiento en un problemón de repercusiones nacionales del que habría resultado bastante raspado incluso el gobernador Barbosa.
Al enterarse que Ignacio Mier Velazco haría proselitismo en su ciudad con la asamblea informativa para la Reforma Eléctrica, sintió que el mundo se le venía encima y lo primero que se le ocurrió fue una tontera.
Cancelarle los permisos, eso decidió, aun cuando el doctor Alejandro Barroso e Iván Galindo, gentes de Nacho, contaban ya con la autorización municipal para celebrar el evento.
Como medio mundo Tepole está enterado que Barbosa y Nacho no son del todo amigos. Que su querencia es poca y que tampoco fantasean con cultivar una bonita amistad.
Una cosa es que se mastiquen y que no se traguen, aunque lo suyo, lo suyo, va un poco más allá, ni se mastican ni se tragan porque la política y el destino los puso en una situación compleja de entender.
Parafraseando al insulso diputado panista Eduardo Alcántara, cierto es que uno y otro son de la misma granja (Morena), pero pertenecen a diferente corral. Eso es. Sus intereses y planes son polos opuestos.
Tepole neceó. El permiso se cancela. No es posible. Fue un error que se los hubieran extendido. Cero, nada, no se puede. Y por ahí anduvieron horas y horas hasta que le explicaron lo que ocurriría.
En Tehuacán será organizada una rueda de prensa donde se denunciará el boicot de su ayuntamiento a los foros de la Reforma Eléctrica, una de las tres reformas prioritarias de López Obrador.
Al mismo tiempo en la Cámara Federal diputados de Morena fijarán una postura sobre el incidente en Tehuacán, estado que gobierna Luis Miguel Barbosa, presunto aliado del presidente de la república.
Hasta entonces a don Pedro le vino el veinte de la gravedad de la tormenta que caería sobre Tehuacán y el tehuacanero que habita en Casa Aguayo. Nada de eso fue necesario porque el evento se realizó.
De lo ocurrido ni enterado estuvo el mandatario estatal, fue la idea absurda de un alcalde inexperto que queriendo quedar bien con quien lo puso donde está, a punto estuvo de armar un escándalo y un problema de dimensiones extraordinarias.
Añada a la actual crisis del gobierno estatal, por Tadeo y la inseguridad, un desencuentro político con la Cámara federal y AMLO… habría sido peor la pesadilla. @DiarioReporter