Por Jesús Ramos
Blanca Alcalá será diputada local plurinominal del PRI. Uno en la lista, eso será. Nadia Navarro legisladora plurinominal federal del PAN, también lo será. Ambas quisieron legislar desde el Senado, pero no pudieron.
Por talento no paró la cosa, preparación y experiencia tampoco. Son fregonas ambas, sin embargo, los hombres en los dos casos se impusieron para disminuir sus prospectivas futuras.
Eduardo Rivera se encargó de aplastar a Nadia días después de que la hoy senadora dijera querer y poder competir por el gobierno estatal. De golpe y porrazo Lalo la sometió de la manera más cruel posible y en público.
Trajo a Marko Cortés para que le destapara hacia ese puesto antes de que Nadia pusiera siquiera inscribirse en la contienda interna de la coalición opositora, en el PAN para ser más concreto.
Parecido el asunto con Blanca Alcalá. Alzó la mano para el Senado. Desde ahí dijo poder hacer cosas importantes para Puebla. Y vaya que lo hubiera hecho con la trayectoria que tiene.
Camarillo la ninguneó entonces. Mereció más respeto. Siquiera le hubiera dejado competir y derrotado en el camino, pero no sucedió así, echó mano de la intriga con Eduardo Rivera para empellarle a ella y a Jorge Estefan.
Blanca y Nadia no buscaron lo que tendrán, fue lo que les dieron. Tampoco es que sea poca cosa una diputación local y otra federal, la importancia se la darán ellas, sin embargo, en el mejor momento de su ruta política les aniquilaron los varones ya citados. @DiarioReporter