Por: Jesús Ramos
Chulada de imposición la que hizo Barbosa al Legislativo. Ordenó que Amanda Gómez Nava fuera la auditora Superior del Estado y los diputados locales cumplieron la orden.
Muy sumiso el líder camaral Sergio Salomón Céspedes. Manso Jorge Estefan Chidiac del PRI. Obediente Eduardo Alcántara del PAN. Agachón Fernando Morales de MC. Flojita y muy cooperativa la chiquillada.
Terrible estampa para el país, pero Amanda demostró que con un padrino gobernador arrollas a los mejores y más aptos en las competencias por los puestos importantes del servicio público.
Transpiran asombro los críticos de la administración estatal, porque además de no cumplir con los requisitos de ley e incurrir en conflicto de intereses, fue la que obtuvo las peores notas de los aspirantes inscritos.
Amanda no sabe lo que es una cuenta pública. Y es lo que va a auditar.
Lo de Gómez Nava no es una terquedad de Barbosa, es una demostración de fuerza y poder por encima de la razón y la ley, fragmento juarista tergiversado en la administración federal de López Obrador, letra muerta en la realidad federal y de Puebla.
Está canijo existir para obedecer en un poder constitucional, pero con la honrosa excepción de Rafael Micalco Méndez, Carlos Evangelista y otros cinco camarales, el resto de la Legislatura local es sumisa y carente de criterio, un fiasco.
No abren ni juegan el hermoso regalo de autonomía que les obsequió la Constitución. Triste pero así es. Tendrían que ser un poder independiente, que privilegiara los intereses de los poblanos, pero en vez de eso, privilegian el interés mezquino y político de un solo hombre.
La imposición de Amanda Gómez Nava pudo disfrazarse de mejor forma si la misma Amanda hubiera ayudado a los diputados sumisos, pero el video donde exhibe su precariedad intelectual y profesional, la mostró como lo que es, no calificada para el puesto.
Me encanta que las mujeres ocupen espacios decisivos enarbolando su intelecto. Lo decíamos en entregas anteriores, el palancazo de Amanda Gómez mató experiencia, capacidad, trayectoria, talento y servicio profesional de carrera. Así no. Con trampa se ve mal.
Ayer Amanda Gómez todavía era parte del gabinete estatal de Barbosa y hoy amaneció como auditora Superior del Estado. El proceso que la situó ahí fue desaseado y mañoso, un circo.
No importa lo que pensemos y el qué se diga, Barbosa y ella se salieron con la suya. Bien por ese par, mal para Puebla. En la ASE el mandatario tendrá a su auditora carnal, su garrote político, su guante de seda con puño de hierro para golpear cuando él y su rencor lo ordenen. @DiarioReporter