Por Jesús Ramos
Se le cayeron 250 mil votos al PRI poblano el 2 de junio. No le funcionó aliarse al PAN. Y si su objetivo es conservar el registro para los comicios intermedios venideros deberá descararse sin vergüenza alguna con Morena.
Sobrevivencia pura eso representa. Para el 2027 Alejandro tendrá el control y poder absoluto que determine la respiración o expiración del Partido Revolucionario Institucional.
Néstor está entendido, sabe sus necesidades, chocolates y ramos buchones tendría que enviarle a Armenta para conquistarle y regresar a su gracia, se la jugó con Lalo sin simulaciones, abierto, franco, convencido de su gane.
Tres escenarios futuristas para el PRI son los posibles. En el primero Alejandro acepta que Alito Moreno le imponga a Camarillo el año próximo después de mucho platicarse y negociarse de cara a las intermedias.
En el segundo escenario condiciona acuerdos para que Alito sustituya a Néstor por cualquier otro cuadro priista a cambio de ceder parcelas en alcaldías y diputaciones locales y federales.
Al PRI no le convendría el tercer escenario por lo belicoso y desastroso en resultados. Alito Moreno junto con Néstor Camarillo deciden enfrentar a Armenta, cuerpo a cuerpo cara a cara, en el 2027 a cómo les toque en esos comicios.
Para entonces Alejandro estará en el clímax del poder, en la cima de su mandato estatal y con la posibilidad de vaciar los 250 mil votos que apenas le quedan al PRI.
Morena y Armenta no necesitan al PRI, como algunos creen, más bien es al PRI al que urge entregarse a Alejandro para continuar sobreviviendo a costa de lo que pida. @DiarioReporter