Por: Jesús Ramos
Dar la connotación de competencia a la renovación de Morena Puebla es un engaño. El nombre correcto es regalo. Le regalarán el partido a aquel que no pudo obtenerlo en una disputa cabal y mirando de frente a sus rivales.
Responsabilizarlo a él tampoco es justo. No tiene la culpa. A quién le dan pan que llore, dicen en el pueblo. El Presidente de la República decidió entregarle la dirigencia estatal al darse cuenta que jamás podría con las tribus radicales y contra eso no hay antídoto.
Recordemos que Biestro fracasó feo en esa empresa. Le echó ganas, pero le ganaron de todas todas. Lo que necesitó fue inteligencia, no fuerza ni rudeza innecesaria, cualidad que no tuvo, se mostró torpe, errado e inoperante.
No pudo con Claudia Rivera, Aristóteles Belmont, Carlos Evangelista ni con Rogelio Carvajal y tampoco con las tribus pequeñas que cerraron filas para impedirle apoderarse de Morena y ser candidato a alcalde. Es cuestión de echar memoria.
Después de la decisión mesiánica lo que sigue es mero trámite. El mandatario tendrá que seleccionar sus propuestas de consejeros en los 15 distritos federales y respaldarlas con mil votos cada una, valiéndose del acarreo de los alcaldes del PRI, PAN, PRD, Morena, PT y MC bajo la coordinación de Agustín Guerrero y Julio Huerta, ayer lo platicamos.
Falta todavía el destape de las cartas del gobernador para la dirigencia. En este momento los morenos están entretenidos en la selección de consejeros distritales, pero saldrá de la terna de Guerrero, Huerta y Jorge Mota.
Agustín es su opción primera, después los otros dos. Necesita un líder de Morena con las cualidades que Biestro no tiene, experiencia y capacidad, gemas que sí posee su consejero político de cabecera.
Con Agustín tendrá el control absoluto de los partidos en Puebla. Morena era el que le faltaba y será suyo en los próximos días. Bonito regalo para el 2024, le dará manga ancha para poner candidatos a gobernador en toda la boleta, también en diputaciones y alcaldías.
Al menos ese es el plan que él y Agustín están tejiendo. Lo único que podría alterarlo es que el candidato a Presidente de Morena imponga al que le venga en gana, incluso siendo del enfado del mandatario.
Tampoco es que haya muchos con ese perfil, aunque sí los hay en hombre y mujer, eche un vistazo y los encontrará. Sería vergonzoso que las tribus radicales le arrebataran el regalo a Barbosa, sí que sería una tragedia. @DiarioReporter