Por Carlos Clemente
El discurso del gobierno estatal respecto a la búsqueda de personas desaparecidas dista abismalmente de la realidad que viven cientos de familiares de las víctimas.
Simplemente desde la Comisión de Búsqueda de Personas, creada justamente hace tres años, el 20 de junio de 2019, se simula el trabajo y se maquillan las cifras para ocultar la realidad.
Tramposamente se presume que “el estado pasó de la posición cinco a la décimo quinta, alejándose de las entidades con mayor número de mujeres y hombres no encontrados”, conforme a un comunicado del gobierno poblano.
El equipo encabezado por María del Carmen Carabarin Trujillo, se jacta de la “aplicación de estrategias precisas en la búsqueda de personas desaparecidas o no localizadas”.
Asegura que, a tres años de su creación “han sido localizadas 709 personas (383 mujeres y 326 hombres), a través de técnicas, metodología, tecnología y equipamiento especializado”.
La narrativa informativa es insostenible ante la cruda realidad que viven familiares de desaparecidos en Puebla.
Para ellos, el quehacer de la Comisión de Búsqueda de Personas es pura simulación. Lo afirman porque lo han vivido en carne propia.
Los casos que reportan como localizados, son en general personas que no fueron víctimas del delito de desaparición forzada, considera María Luisa Núñez Barojas, del colectivo Voz de los Desaparecidos.
Tiene claro que, en Puebla, las personas que son víctimas de desaparición no son buscadas, en términos generales.
Al interior de la Comisión de Búsqueda de Personas no tienen un análisis de contexto ni método o estrategia que apliquen en sus acciones. Ella lo sabe porque durante cinco años buscó hasta que encontró muerto a su hijo, víctima de desaparición forzada.
Explica que el organismo no elabora un plan o ruta de búsqueda concretamente para cada caso, de manera que las acciones carecen de efectividad.
La Comisión de Búsqueda también interviene en casos de conflictos familiares como sustracción de menores, así como de guarda y custodia, y eso no es trabajo para encontrar a las víctimas del delito de desaparición.
Insiste en que desde el colectivo se ha exhortado a la Comisión a diferenciar y no reportar como localizados a personas que no han tenido la calidad de desaparecidos.
Tratándose de víctimas del delito de desaparición, la Comisión generalmente sólo pega boletines de búsqueda en un radio de aproximadamente dos cuadras a la redonda. Ese es todo su trabajo, señala la fundadora del colectivo.
Al realizar una búsqueda post mortem, es decir, en fosas clandestinas, se hace con base en la información que proporcionan las familias; pero la Comisión no hace más allá, no propone actos de investigación ante Fiscalía, a pesar de que es una de sus facultades.
Las personas localizadas, afortunadamente no son víctimas de desaparición, de lo contrario no serían encontradas, considera Núñez Barojas, y en los casos que son localizados lamentablemente sin vida, es a través de la sociedad, no de la comisión.
Durante sus años de búsqueda ella ha vivido en carne propia insensibilidad e indiferencia de las autoridades estatales que prefieren ignorar este tema.
El pasado 10 de mayo, un grupo de familiares de víctimas se apostó frente a la Fiscalía General del Estado (FGE) en reclamo de celeridad en las investigaciones, toda vez que consideran que estas se encuentran empantanadas.
Pasaron la noche frente a la FGE y no fueron recibidos por el fiscal Gilberto Higuera Bernal, sino hasta días después.
A los familiares de las víctimas les queda claro que el gobierno estatal y la Fiscalía, no hace nada por encontrar a sus desaparecidos. Pura simulación. @DiarioReporter