Por Jesús Ramos
Muerta ya está Esmeralda Gallardo madre que buscó sin éxito a su hija Betzabé Alvarado. Pero pueden matarla dos veces las autoridades estatales y municipales si envían su caso a la fosa común como lo hacen con miles de feminicidios, homicidios y desapariciones.
Con las noticias amarillistas de las empresas factureras y detenciones de personajes de sexenios pasados por presuntos actos de corrupción, pretenden distraer nuestra mirada de este caso que indigna a la sociedad mexicana y a la ONU.
Y si logran su cometido, le habrán asestado a Esmeralda el disparo número 18.
Es falso que todos los delitos en Puebla se resuelven y que todas las mujeres que desaparecen se fueron con el novio como asegura Barbosa en sus conferencias matutinas.
Apenas un 2 por ciento de los actos criminales son investigados, lo que implica que el 98 por ciento quedan impunes, en gran medida, porque nuestro gobierno y la fiscalía los mete a la congeladora.
Como los delincuentes locales y foráneos notan que en Puebla la justicia no castiga reinciden en delitos, dijo una vez el experto en seguridad pública Héctor Manuel Pérez Cuellar en una charla que sostuvimos.
Tiene razón el Colectivo La Voz de los Desaparecidos al señalar que a Esmeralda Gallardo la mató el estado. Aportó pistas para la localización de su hija desparecida, proporcionó nombres de probables responsables, sus ubicaciones y al hacerlo pagó con la vida.
Ni Barbosa ni el alcalde de Puebla Eduardo Rivera le escucharon y tampoco le protegieron. Su trágico final pudo evitarse. Desatendieron los protocolos de protección a las madres buscadoras que emprenden líneas de investigación con recursos y medios propios.
Esmeralda Gallardo trabajó en el 2021 con el PAN para que Eduardo Rivera ganara la alcaldía, confío que ya triunfador le ayudaría a localizar a su hija, sin embargo, en nada la apoyó. Se olvidó de ella y de su hija, igual que el partido político.
Barbosa prometió dialogar con todos los familiares de desaparecidos desde agosto pasado, no cumplió. No lo hizo, porque atender más de 4 mil casos de desapariciones sólo en su gobierno, le habrían quitado mucho tiempo.
Hasta enero del 2022 los números oficiales de Barbosa en ese rubro eran terribles, 500 por ciento más desaparecidos con él que con Moreno Valle y 5000 mil por ciento más comparándole con Mario Marín. Una locura.
Los sicarios se ensañaron con Esmeralda Gallardo, 17 tiros le metieron en el cuerpo, Barbosa y Lalo Rivera paradójicamente podrían matarla dos veces si no cumplen lo que ella no pudo en vida: localizar a su hija Betzabé, ni dan con los responsables materiales de la madre buscadora.
La primera muerte de Esmeralda pudiéndola evitar no la evitaron negándole las medidas de protección debidas. Y la segunda, veremos si la consuman. @DiarioReporter
una mas desgraciadamente, por eso la sociedad hace justicia por su propia mano